Una de las primeras y más completas reglamentaciones emitidas hasta el momento a favor de los hogares de ancianos del estado neoyorquino en relación con la pandemia del coronavirus, ha sido recientemente aprobada por los legisladores generando el aplauso de la organzación AARP Nueva York.
El proyecto de ley, patrocinado por la senadora Julia Salazar (S8289-B) y el asambleísta Joseph Lentol (A10394-A), establece las siguientes obligaciones para los hogares de adultos mayores y otros centros residenciales de cuidado de la salud a largo plazo:
– Elaborar planes anuales de emergencia para pandemias;
– Brindar diariamente información actualizada sobre el estado de los residentes a los familiares;
– Facilitar visitas virtuales entre los residentes y sus familiares una vez al día;
– Mantener en existencia una provisión de equipo de protección personal para por lo menos dos meses, y
– Elaborar un plan para conservar el lugar de un residente en el centro en caso de que deba ser hospitalizado.
«La cantidad de muertes por COVID-19 en hogares de ancianos y centros de cuidados a largo plazo es asombrosa, y las condiciones bajo las cuales nuestros seres queridos mueren allí son trágicas», dijo Beth Finkel, directora estatal de AARP NY.
«AARP Nueva York aplaude a la legislatura estatal por aprobar este importante proyecto de ley de la senadora Salazar y el asambleísta Lentol para asegurar que el sistema de cuidados a largo plazo esté preparado para un segundo brote de coronavirus, o para cualquier pandemia o emergencia de salud en el futuro, con cantidades suficientes de equipo de protección personal, comunicación diaria con las familias sobre el estado de los residentes y visitas virtuales garantizadas. No se puede permitir que esto vuelva a suceder».
Por su parte la senadora Julia Salazar, manifestó «Es de vital importancia que las familias del estado de Nueva York puedan confiar en que sus seres queridos están seguros y bien cuidados en los centros residenciales de atención de adultos mayores».
“Esta pandemia sorprendió a muchas instituciones que no estaban preparadas, y la falta de procedimientos y protocolos claros tuvo como consecuencia muertes innecesarias. Tenemos que asegurar que, de ahora en adelante, todos los hogares de ancianos y centros residenciales de atención presenten un plan concreto y por escrito de preparación para pandemias futuras ante el Departamento de Salud a fin de garantizar la seguridad de nuestros adultos mayores.
Población de mayor riesgo
«La naturaleza de la COVID-19 reveló una trágica vulnerabilidad en una de nuestras poblaciones de mayor riesgo: nuestros adultos mayores”, dijo el asambleísta Joseph R. Lentol. “La rápida propagación del virus en los hogares de ancianos expuso una deficiencia fatal en la planificación para pandemias, y es evidente que se debe hacer más para proteger a los residentes de los hogares de ancianos y a los trabajadores de la salud que los asisten».
«Debemos asegurar que los hogares de ancianos estén equipados adecuadamente y cuenten con un plan y con equipo de protección para contener futuras pandemias. Agradezco a la senadora Julia Salazar por colaborar conmigo en esta iniciativa en el Senado. Esta ley hará mucho para abordar la deficiencia que hemos visto con la COVID-19 en la planificación para pandemias de los hogares de ancianos y para proteger a uno de nuestros grupos de población más vulnerables».
AARP observó que la ley ayudará a mitigar las disparidades que afectan a los adultos mayores de color en el estado de Nueva York, quienes han sufrido el mayor impacto de la pandemia, en especial en hogares de ancianos.
El mes pasado, AARP y el sindicato 1199SEIU de trabajadores del área de la salud, Asian American Federation, Hispanic Federation, NAACP of New York y New York Urban League enviaron una carta al gobernador Andrew Cuomo en la que urgían la creación de un grupo de trabajo de COVID-19 sobre los cuidados a largo plazo para abordar muchos de los problemas que se tratan en el proyecto de ley de Salazar y Lentol.
“Este es el momento de trabajar juntos en todos los niveles del Gobierno, con el sector privado y las organizaciones sin fines de lucro, para abordar las desigualdades estructurales que afectan negativamente a nuestra población de mayor edad y a las comunidades de color, y que la pandemia ha resaltado y exacerbado”, dijo Finkel.
“Es un asunto de vida o muerte. AARP insta al gobernador Cuomo a convertir este proyecto en ley».
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