La Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), uno de los principales grupos del país en la defensa de los derechos civiles, interpuso hoy una demanda contra el Gobierno de Donald Trump, al que acusa de separar sistemáticamente a las familias que piden asilo.
La demanda amplía el alcance de otra petición que ACLU ya había formulado anteriormente y con la que busca la reunificación de una madre y su hija de 7 años, que huyeron de la violencia de la República Democrática del Congo y fueron separadas al llegar a EEUU a pesar de haber presentado una petición de asilo.
Esta semana la madre fue liberada del centro de detención de inmigrantes en el sur de San Diego (California), donde había pasado los últimos meses y ahora está luchando para poder reunirse con su hija, que se encuentra recluida en Chicago (Illinois), a más de 3.000 kilómetros de distancia.
En su nueva demanda, interpuesta ante la corte del distrito sur de California, ACLU reúne «cientos de casos de individuos cuyos hijos han sido arrebatados» y que, a juicio del grupo, al ser un gran número prueban que el Gobierno ha implementado una «práctica ilegal para separar a los padres de sus hijos».
El pasado diciembre, varios medios, como The Washington Post, afirmaron que el Ejecutivo estaba considerando la posibilidad de implementar un nuevo plan para separar a los padres de sus hijos cuando cruzan la frontera en un intento por disuadir a los inmigrantes que llegan al país de manera irregular.
El Post, que citó a funcionarios con conocimiento de esos planes, aseguró que existía dentro del Gobierno un sentido de urgencia para tomar nuevas medidas ante el progresivo aumento de llegadas de inmigrantes a la frontera con México tras la caída que hubo con la llegada de Trump al poder.
La demanda de ACLU sirve para desafiar esa política, cuya existencia no ha sido confirmada oficialmente.
«Miedo creíble»
La semana pasada, el portavoz interino del Departamento de Seguridad Nacional, Tyler Houlton, rechazó comentar sobre el caso específico de la madre congoleña y su hija, pero aseguró que el Gobierno está usando «todas las herramientas legales en su poder para asegurar la frontera».
No existen datos oficiales sobre la cantidad de padres e hijos que han podido ser separados al llegar a EEUU y reubicados en diferentes centros de detención mientras buscan asilo, protección que se otorga a aquellos que consiguen demostrar que tienen un «miedo creíble» por su vida si vuelven a su país de origen.
En Estados Unidos, dos agencias federales distintas se encargan de dar alojamiento a niños y adultos: el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) gestiona los centros de detención para adultos, mientras que el Departamento de Salud y Servicios Humanos tiene albergues para los niños que viajan solos.