El principal sospechoso de los asesinatos en serie de Gilgo Beach, un famoso caso sin resolver vinculado a la aparición a lo largo de varios años de varios cadáveres en una zona de playa en Long Island, Nueva York, fue acusado de matar a una cuarta mujer.
El nuevo cargo, anunciado en un juzgado del condado de Suffolk y recogido por la prensa estadounidense, se refiere a la muerte de Maureen Brainard-Barnes, de 25 años de edad, cuyo cuerpo se encontró en 2011 en los alrededores de Gilgo Beach, en la maleza de Ocean Parkway tres años después de que se reportara su desaparición.
El acusado, Rex Heuermann, fue arrestado en julio del año pasado en Manhattan y acusado de matar a tres mujeres, todas menores de 30 años, y que ejercían como trabajadoras sexuales en el momento de los hechos. Heuermann se ha declarado no culpable.
Las cuatro mujeres a las que Heuermann ha sido acusado de matar se conocen como «las cuatro de Gilgo». Desde 2011, se han encontrado más restos humanos en la playa, aunque Heuermann no es sospechoso en todos los casos.
El juez de Suffolk, Timothy Mazzei, reveló en la corte de Riverhead, una acusación del gran jurado agregando el nuevo cargo de asesinato contra el arquitecto de Massapequa Park, de 60 años, quien se declaró inocente en julio del asesinato de Melissa Barthelemy, Megan Waterman y Amber Costello, quienes fueron encontradas muertas a metros de distancia en Gilgo Beach en diciembre de 2010, lo que desencadenó la investigación del asesino en serie.
En la cárcel sin fianza
El suceso, que es muy mediático en Estados Unidos, salió a la luz a raíz de la desaparición en mayo de 2010 de una mujer que trabajaba como prostituta en la región de Long Island. En los meses siguientes, mientras se buscaban pistas sobre su paradero, la policía descubrió varios cadáveres en una remota zona costera cerca de donde había sido vista por última vez. Todos ellos resultaron ser de mujeres jóvenes que se prostituían.
En la zona, con el paso del tiempo, se llegaron a encontrar restos de un total de 9 mujeres (incluida la que se buscaba originalmente), un hombre y un bebé y, desde hace años, la policía considera que varios de ellos serían víctimas de un asesino en serie.
Tras años con la investigación en punto muerto, en 2020 las autoridades publicaron una fotografía de un cinturón marcado con unas iniciales que creían que podría pertenecer al presunto asesino y pidieron la colaboración ciudadana para tratar de identificarlo. El caso ha sido objeto de varios documentales e inspiró la película «Lost Girls», estrenada en 2020.
Cabe señalar que Brainard-Barnes, de 25 años, madre de dos hijos, había sido una estudiante sobresaliente que luego cayó en las drogas. Dejó su casa de Connecticut para pasar el día en Manhattan, el último lugar donde fue vista con vida. Le dijo a su familia que regresaría a casa al día siguiente, pero nunca lo hizo. Desapareció el 14 de julio de 2007, y fue encontrada muerta el 13 de diciembre de 2010 cerca de Hemlock Cove frente a Gilgo Beach.
Brainard-Barnes fue encontrada atado con un cinturón que tenía las iniciales «WH» o «HM», y los investigadores han especulado que pertenecía a Heuermann; supuestamente el nombre de su abuelo era William Heuermann. Los pelos encontrados en el cuerpo de Brainard-Barnes coincidían con los de la esposa y la hija de Heuermann.
El fiscal de distrito del condado de Suffolk, Ray Tierney, celebró una conferencia de prensa el martes para discutir el desarrollo, junto con miembros destacados del Grupo de Trabajo de Investigación de Homicidios de Gilgo Beach, incluido el sheriff del condado de Suffolk, Errol D. Toulon, Jr., y el comisionado de policía en funciones de Suffolk, Robert Waring, el reemplazo de Rodney K. Harrison, quien recientemente se jubiló como comisionado.
Heuermann, quien ha estado detenido sin derecho a fianza en la cárcel de Suffolk desde su arresto, deberá regresar a la corte el 6 de febrero, señala el portal LongIslandPress.com .
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