El número de migrantes que ingresan al sistema de refugios de la ciudad de Nueva York ha disminuido en las últimas semanas, lo que ha contribuido a una disminución general en los recién llegados que viven en refugios de la ciudad durante el último mes, según Camille Joseph-Varlack, Jefa de Gabinete del alcalde Eric Adams.
Joseph-Varlack dijo que 1,600 personas ingresaron al sistema de refugios de la ciudad durante la semana pasada, lo que representa una caída significativa en comparación con las casi 4,000 llegadas nuevas por semana que buscaban alojamiento hasta finales de diciembre.
«El número de personas que llegan a la ciudad ha disminuido un poco, solo tuvimos, creo, alrededor de 1,600 personas que llegaron a la ciudad la semana pasada», dijo Joseph-Varlack durante una conferencia de prensa el viernes fuera del centro de admisión de migrantes del Hotel Roosevelt.
«Agregó que «Creo que tal vez en las últimas cuatro o cinco semanas, hemos visto ese declive.»
La jefa de gabinete del alcalde advirtió que, incluso con la reciente disminución en las nuevas entradas al sistema, la administración está «monitoreando constantemente» la frontera sur de Estados Unidos con México para ver si se avecina otro aumento, como el que ocurrió la primavera pasada.
«Aunque ya no hemos tenido muchos autobuses que llegan a la ciudad de Nueva York en las últimas semanas, eso no significa que las personas no estén llegando a nuestra atención», dijo.
El número de migrantes que viven en refugios ha disminuido de 69,000 a principios del mes pasado a 65,600 hasta el domingo pasado, dijo Varlack. La ciudad atribuye la disminución, en parte, a sus políticas de poner límites al tiempo que los nuevos llegados pueden permanecer en los refugios.
La administración ha dicho que muchos de los migrantes que han recibido avisos de los límites, 30 días para adultos solteros y 60 días para familias, han encontrado vivienda alternativa y han podido salir del cuidado de la ciudad. Bajo las políticas, Joseph-Varlack dijo que poco más de la mitad de las 5,500 familias cuyos avisos de 60 días han vencido se han mudado de refugio a una vivienda alternativa.
Las políticas se implementaron con un manejo de casos «intensivo» destinado a ayudar a los migrantes a asegurar otro lugar para vivir antes de que venzan sus avisos.
«Creemos que los avisos de 30 y 60 días, además del manejo de casos, están ayudando a las personas a pensar realmente en dónde quieren ir, qué quieren hacer», dijo Joseph-Varlack.
Sin embargo, las políticas han sido ampliamente criticadas por políticos locales y defensores por ser desestabilizadoras para la vida de los migrantes, especialmente para las familias con niños.
Dos legisladores estatales, el senador estatal Brad Hoylman-Sigal y la asambleísta Catalina Cruz, presentaron esta semana una legislación que prohibiría a la ciudad seguir imponiendo los límites de estadía en refugios. Argumentan que las políticas han llevado a que los migrantes sean expulsados de sus viviendas innecesariamente, haciéndolos esperar en largas filas en el frío por nuevas camas en refugios.
«Expulsar a las personas a las calles durante la época más fría del año no ayudará a resolver nuestra crisis de vivienda y obligar a los solicitantes de asilo a salir de los refugios no hará nada para mitigar la situación de los migrantes», dijo Hoylman-Sigal en un comunicado el lunes.
Sin embargo, Adams defendió las políticas el martes y criticó el proyecto de ley estatal, argumentando que la administración está siendo «humana» en la forma en que ha tratado de reducir su población de refugios.
«Si seguimos esa teoría, habríamos tenido 177,000 migrantes aún en nuestro cuidado», dijo. «Un proyecto de ley que establece que debemos mantener permanentemente a las personas dentro de un [refugio] simplemente no es una forma responsable de abordar este problema».
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