La alcaldía de Nueva York informó de que varias agencias están brindando ayuda a unos 300 niños traídos a la ciudad tras ser separados de sus padres migrantes al llegar al país a través de la frontera con México.
La mayoría de los niños están en hogares de acogida locales y otros están en centros de organizaciones sin ánimo de lucro que dan servicios a niños y tienen contrato con el gobierno federal.
En su atención están colaborando la Oficina de Asuntos del Inmigrante de la alcaldía; las administraciones de Servicios a Niños y Recursos Humanos; la corporación de hospitales y los departamentos de Salud, Parques y de Asuntos Culturales.
Esas agencias indicaron en un comunicado conjunto que están «haciendo todo lo posible para asegurar que los niños están siendo cuidados apropiadamente mientras estén aquí».
En concreto, están proveyendo servicios de salud mental a los niños, formación en trauma tanto a los padres de acogida como al personal que trabaja con ellos, asistencia legal y actividades recreativas.
«Hemos visitado instalaciones donde estos niños reciben servicios y visto que sus edades oscilan entre infantes y adolescentes. Son resilientes pero están también asustados, confundidos y en algunos casos, claramente traumatizados», indicó David A. Hansell, director de la Administración de Servicios a Niños.
Trauma irreparable
Por su parte, la fiscal general de Nueva York, Barbara Underwood, informó de que la coalición de 18 fiscales que la pasada semana demandó al Gobierno para que su «tolerancia cero» sea declarada inconstitucional pidió al tribunal obtener más detalles y un acceso rápido a las víctimas de esa política.
El nuevo recurso legal forma parte de la demanda de la coalición, que busca poner fin a la política puesta en marcha el pasado abril en la frontera por la administración del presidente Donald Trump y que separa a padres migrantes de sus hijos al llegar al país.
Underwood explica en un comunicado que la solicitud de procedimiento acelerado presentada, que agrega testimonios de las víctimas, es necesaria porque cientos de padres están bajo custodia federal y el Gobierno puede trasladarlos a otras instalaciones en cualquier momento sin previo aviso.
«Las historias detalladas en nuestro caso dejan en claro el trauma irreparable causado a estos niños por la política de la Administración Trump, que también sigue dañando los intereses fundamentales de Nueva York en la protección de la salud, la seguridad y el bienestar de las familias», afirmó.
Tendencias suicidas
Entre los nuevos testimonios de la demanda está el caso de Edy, un hondureño de nueve años al que separaron de su madre el pasado mayo y trajeron a Nueva York mientras ella permanecía en Texas.
También incluye el caso de Yolani Karina Padilla-Orellana, trasladada a un centro de detención en Washington mientras su hijo fue enviado a esta ciudad, indicó en un comunicado.
Aseguró que los niños están sufriendo un trauma severo y cita el caso de un menor sudamericano que tuvo que ser atendido en un hospital local después de intentar saltar desde un segundo piso porque extrañaba a sus padres.
Otros doce niños han sido tratados en hospitales locales por enfermedades físicas y mentales, de los cuales uno tenía tendencias suicidas y otros depresión y ansiedad, indicó la fiscal en los nuevos argumentos presentados a la corte.
- Más de Nueva York : Alexandria Ocasio-Cortez reflexiona sobre su gran victoria primaria: “Refresca la democracia” en Queens