Por: Lloyd Mitchell
Familiares, amigos de la escuela y una comunidad adolorida despidió con lágrimas a Justin Wallace, de 10 años, el lunes pasado, durante su funeral en el Full Gospel Tabernacle en Far Rockaway, Queens.
La vida de Wallace le fue arrebatada por un solo disparo el 5 de junio en la casa de su primo en Beach 45th Street en Edgemere. El presunto tirador, Jovan Young, supuestamente abrió fuego contra el niño y su primo mayor en un incidente derivado de una disputa en curso, supuestamente sobre un camino de entrada compartido.
Young se entregó a la policía días después y actualmente enfrenta cargos por asesinato por un crimen que indignó a una ciudad al límite durante meses, mientras que la violencia con armas de fuego ha aumentado a un ritmo asombroso en medio de la pandemia de COVID-19.
Wallace murió pocos días antes de cumplir 11 años y de su graduación de la escuela primaria. Varios de sus antiguos compañeros de clase y amigos participaron en el servicio del lunes con la familia de Wallace.
La fiscal de distrito de Queens, Melinda Katz, y el jefe de asuntos comunitarios de la policía de Nueva York, Jeffrey Maddrey, también participaron en el servicio, consolando a los dolientes y al mismo tiempo presentando sus respetos al pequeño asesinado.
El dolor resultó demasiado para algunos de los presentes. Varios de los miembros de la familia de Wallace se derrumbaron durante el funeral y fueron atendidos por paramédicos.
El cuñado de Wallace, Ryan Piccock, describió a la víctima como un niño inteligente que amaba las matemáticas y era «absolutamente un placer tenerlo cerca».
Una residente de la comunidad, Nicole Johnson, dijo que «nuestros bebés mueren antes de que tengan la oportunidad de vivir».
“Espero y rezo para que esto cambie. No deberíamos estar enterrando a un niño aquí”, agregó Juane Kingston.
Wallace es la víctima de tiroteo más joven hasta el momento que ha muerto por la violencia con armas de fuego, que hasta la fecha este año ha visto a 687 personas baleadas en los cinco condados.
Notas relacionadas: Después del asesinato de un niño en Queens, de Blasio presionó al estado y a los federales para que tomen medidas contra la violencia armada