La selección masculina de fútbol de Argentina jugará ante Honduras la final de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 tras ganar en semifinales a Uruguay por 3-0 con doblete del delantero Adolfo Gaich y otro tanto de penal de Carlos Valenzuela.
Por su parte, la “H” dejó fuera a México en definición de penales (4-2) tras haber igualado 1-1 en el período reglamentario y el tiempo extra. Alejandro Reyes anotó el gol del empate catracho mientras que Francisco Venegas con golazo desde media cancha había adelantado el “Tri”.
Argentinos y hondureños se disputarán la medalla de oro el sábado en el estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de la capital peruana. Antes México y Uruguay, que ganó el oro hace cuatro años en Toronto, dirimirán el dueño del bronce.
La Albiceleste alcanzó por octava vez la final de unos Juegos Panamericanos, cuyo oro se ha colgado en seis ocasiones, mientras que Honduras jugará la segunda final de su historia en este torneo, donde quedó subcampeón en 1999.
Los argentinos tuvieron una noche redonda en la que prácticamente convirtieron en gol casi todos sus disparos al arco, todo lo contrario que le ocurrió a Uruguay, que desperdició buenas oportunidades antes de quedarse con diez jugadores.
Argentina dejó sentenciada la semifinal en apenas media hora, el tiempo que Gaich tardó en hacer un gol, provocar un penalti y seguidamente también ser víctima de una agresión que acabó en la expulsión de un rival.
Gaich puso a brillar todas sus cualidades de delantero centro para anotar el primero de Argentina con un remate en el corazón del área tras un centro de Marcelo Herrera que el defensa uruguayo Sebastián Cáceres dejó pasar delante de sus narices.
Otro remate del artillero de San Lorenzo a bocajarro fue obstruido por el brazo del lateral derecho Bruno Méndez y terminó en un penalti que Carlos Valenzuela convirtió en gol con mucha sangre fría al lanzarlo a lo Panenka.
Valenzuela, que con un taconazo había iniciado la bonita jugada que acabó en la pena máxima, consiguió quitarle el balón de las manos a Gaich, que se había aferrado a la pelota ni bien el árbitro había señalado el lanzamiento desde los once metros.
No contento con ello Gaich provocó en un forcejeo la expulsión del defensa central uruguayo Emanuel Gularte, lo que dejó casi vista para sentencia la semifinal.
Nada le salió en la fría noche limeña a los uruguayos, que antes de que Argentina anotase su segundo gol pudieron haber empatado el encuentro con dos ocasiones muy claras de su delantero centro Darwin Núñez.
Primero fue en un córner cuyo remate se perdió muy cerca del poste y después en un tiro libre que casi acaba en gol tras desviarse en la barrera.
En la segunda parte Uruguay acusó en exceso jugar con un hombre menos y Argentina se dosificó fuerzas de cara a la final.
La Albiceleste tuvo paciencia y esperó para anotar el tercer gol. Lo hizo, como no podía ser de otra forma, Gaich, en otra acción de cazagoles de área. Un disparo de un compañero suyo rebotó en el poste y allí estaba él para fusilar a placer.
