La selección masculina de baloncesto de Argentina dio un nuevo recital y cumplió con su etiqueta de gran favorita para la medalla de oro de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 al ganar la final a Puerto Rico por 84-66 y demostrar un gran nivel de cara al Mundial.
Como si de un tango se tratase, el equipo argentino hizo del baloncesto una elegante danza sobre el parqué del coliseo Eduardo Dibós de la capital peruana, para plasmar la holgada superioridad que gozó sobre el rival que debía pelearle el oro.
Es la segunda vez que Argentina gana la medalla dorada en los Panamericanos, después de que lo hiciese por primera vez en 1995 como anfitrión de los Juegos que organizó en Mar de Plata.
Puerto Rico, por su parte, no pudo repetir el oro de Guadalajara 2011 pero sumó una nueva medalla para un equipo acostumbrado a estar en el podio de los Panamericanos.
Los argentinos se subieron en esta ocasión a lo más alto del podio con un prometedor equipo que sueña con tomar el testigo de la «generación dorada» del baloncesto argentino.
Ahí sigue el incombustible pívot Luis Scola, máximo anotador de la final con 28 puntazos, pero también un imperial Facundo Campazzo, que llevó la batuta de este recital y acumuló 10 puntos y 12 asistencias.
La Albiceleste no estaba dispuesta a arriesgar un oro del que se creía dueña prácticamente desde antes de comenzar la competición por el nivel del equipo que traía a estos Panamericanos, que es el mismo que jugará el Mundial.
Así, en apenas dos minutos hizo un parcial de 0-12 que ponía desde el inicio la final muy a su favor. Era la misma estrategia que ya le había dado éxito en su primer partido de este torneo ante Uruguay (102-65) y contra Estados Unidos en la semifinal (114-75).
Al principio a los puertorriqueños se les hizo pequeño el aro y todos sus tiros rebotaban en el metal hasta que después de más de tres minutos y medio de juego se dio la primera anotación de los caribeños con un 2+1 de Collier.
Por momentos los argentinos parecían bailar a sus rivales al mover el balón de un lado a otro en la zona exterior ante la frustración de los boricuas.
Esa rabia acumulada la sacó a relucir el escolta Benito Santiago Jr. en una de las pocas veces que Puerto Rico tomó desprevenida a la defensa argentina para primero machacar el aro y gritar ese mate delante de la cara de Campazzo.
Luego el mismo puertorriqueño, que antes fue jugador de béisbol, se lució con un triple y seguidamente sumó dos tiros libres que acortaron la desventaja a seis puntos (18-24).
En el segundo cuarto, Argentina recuperó el colchón y llegó al descanso sin contratiempos (30-40) para evitarse complicaciones en la segunda mitad, gracias a unos entonados Campazzo y Laprovittola, los dos jugadores del Real Madrid que demostraron que son compatibles jugando en el mismo quinteto.
La renta de Argentina se estiró hasta las dieciséis unidades (36-52) en el tercer cuarto para dejar casi sentenciada la victoria del equipo sudamericano, que no peligró en ningún momento.
Ya con todo decidido, el público celebró por lo alto un triple de Scola que llevó la diferencia a casi veinte puntos (57-76), un anticipo de la celebración albiceleste que coparía el pabellón al terminar el encuentro.
El pívot de 39 años, medallista de oro en Atenas 2004, y Campazzo, que en el calentamiento había anotado un triple de espaldas, aprovecharon el último cuarto para redondear su gran noche, la primera de la que puede ser una nueva próspera etapa del baloncesto argentino.
Ficha técnica
– 66 – Puerto Rico (18+12+20+16): Joseph Soto (3), Isaac Sosa (5), Devon Collier (19), Emmanuel Andújar (8), Gilberto Clavell (-) -quinteto inicial- Christian Pizarro (2), Isaiah Manderson (4), Iván Gandía (-), Benito Santiago Jr. (12), Justin Reyes (2), Derek Reese (11) y Christopher Brady (-).
– 84 – Argentina (27+13+20+24): Facundo Campazzo (10), Nicolás Brussino (6), Marcos Delia (7), Patricio Garino (11), Luis Scola (28) -quinteto inicial- Agustín Caffaro (-), Luca Vildoza (2), Nicolás Laprovittola (7), Máximo Fjellerup (-), Gabriel Deck (11) y Tayavek Gallizzi (2).
– Árbitros: Cristiano Maranho (Brasil), Michael Weiland (Canadá) y Nathaniel Saunders (Canadá).
– Incidencias: Final de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, disputada en el coliseo Eduardo Dibós, casi lleno con unos 6.000 espectadores.