El fiscal general, Jeff Sessions, dijo hoy que el «malvado ataque» del sábado en Charlottesville (Virginia), donde un joven neonazi arrolló con su coche a un grupo de manifestantes antirracistas, cumple los preceptos legales para ser considerado «terrorismo doméstico».
«Cumple la definición de terrorismo doméstico en nuestro estatuto», afirmó hoy Sessions en una entrevista en la cadena ABC, después de que su Departamento anunciara el sábado que ha abierto una investigación federal de derechos civiles sobre el suceso, en el que falleció una joven y más de 20 personas resultaron heridas.
La importancia de que el ataque se declare «terrorismo doméstico» es más simbólica que práctica, ya que esta denominación no acarrea penas adicionales pero sí es clave para quienes denuncian que solo se usa la palabra terrorismo cuando el atacante es una persona musulmana.
Bajo la Ley Patriota, aprobada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, una violación de las leyes estatales o federales es «terrorismo doméstico» cuando se efectúa, entre otras cosas, para «intimidar o coaccionar a una población civil».
James Alex Fields, un chico blanco de 20 años con conocidas ideas nazis, arrolló este sábado con su vehículo a un grupo de manifestantes que protestaba contra una marcha de supremacistas blancos, un ataque en el que murió la joven Heather Heyer, de 32 años.
El atacante ha sido arrestado y acusado de asesinato en segundo grado, entre otros cargos, y comparecerá hoy en los tribunales.
«Lo estamos persiguiendo en el Departamento de Justicia de todas las maneras en las que podemos. Puedes estar seguro de que avanzaremos la investigación hacia los más serios cargos que sean posibles porque esto es inequívocamente un inaceptable ataque malvado que no puede aceptarse en Estados Unidos», indicó Sessions.
El fiscal general explicó además que hay investigadores de terrorismo del FBI que trabajan en las pesquisas junto a los especialistas en derechos civiles del Departamento de Justicia.
Sessions prometió la «acción enérgica» de su Departamento para defender los derechos de los ciudadanos a reunirse y manifestarse «contra el racismo y la intolerancia».
Además, como todos los miembros del gabinete de Donald Trump que aparecen ante los medios estos días, el fiscal general tuvo que defender al presidente de las críticas por no haber condenado directamente a los grupos supremacistas y haber hablado en cambio de violencia «en muchos lados».
«Bueno, Trump hizo una declaración fuerte que contradijo directamente la ideología del odio, la violencia, la intolerancia, el racismo y la supremacía blanca, esas cosas deben ser condenadas en este país», argumentó Sessions en la NBC.
Está previsto que Trump se reúna hoy en Washington con Sessions y con el director del FBI, Christopher Wray, para abordar el ataque de Charlottesville, en un paréntesis de sus vacaciones en Bedminster (Nueva Jersey).