(Reuters)
El presidente electo Joe Biden dijo el martes que espera que la Corte Suprema de Estados Unidos rechace un plan de la administración del presidente Donald Trump, para excluir a los inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos de los recuentos de población utilizados para asignar distritos del Congreso a los estados.
“No podemos seguir reescribiendo la historia, alterando las normas e ignorando la Constitución y los precedentes a los que nos regimos. Espero que la Corte Suprema ‘haga lo correcto’ y dictamine que se ‘cuente a todos’ en Estados Unidos”, dijo Biden en un comunicado.
El tribunal escuchó argumentos el martes en el intento de la administración de defenderse de un desafío legal al plan, que es una de las políticas de línea dura de Trump hacia la inmigración, aplicada en sus últimas semanas en el cargo.
La mayoría conservadora de 6-3 de la corte incluye tres jueces designados por Trump. El martes, los jueces conservadores de la corte parecían reacios a bloquear el plan, todavía vagamente definido, para excluir a los inmigrantes indocumentados de los cálculos utilizados para asignar escaños en la Cámara de Representantes.
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Biden, que se convertirá en presidente el 20 de enero, podría cambiar de rumbo si las cifras de distribución del Congreso no se han finalizado para entonces. La administración de Trump ha reconocido que aún no sabe cómo, o si podrá implementar su propuesta.
“La Corte Suprema de los Estados Unidos escuchó un caso sobre si todos en Estados Unidos serán contados en el censo con el propósito de distribuir los escaños del Congreso, como lo requiere la Constitución de manera clara y sencilla. O si la política partidista de intimidación y xenofobia excluirá intencionalmente de ser contados a grupos específicos de personas”, dijo Biden.
“El Congreso debe dar tiempo a los expertos en el Censo para asegurarse de que todos sean contados correctamente”, agregó el presidente electo. «Que todos sean contados y comencemos el trabajo para sanar y unir a nuestra nación».
Se estima que hay 11 millones de inmigrantes viviendo ilegalmente en los Estados Unidos. La Constitución de los Estados Unidos requiere que la distribución de los escaños de la Cámara se base en el «número total de personas en cada estado». Hasta ahora, la práctica del gobierno ha sido contar a todas las personas independientemente de su ciudadanía o estado migratorio.
Los retadores han dicho que el plan de Trump diluiría la influencia política de los estados con un mayor número de inmigrantes ilegales, incluida California, la cual es fuertemente demócrata, al descontar sus verdaderas poblaciones y privarlas de escaños en la Cámara, beneficiando a sus colegas republicanos.
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