La Policía del condado de Suffolk informó de la detención de seis personas en una redada dirigida contra varios bares relacionados con la banda criminal Mara Salvatrucha (MS-13) luego de la visita del presidente Trump al área.
Las autoridades inspeccionaron cuatro establecimientos en el área de Huntington Station y descubrieron una operación de juego ilegal en el sótano de uno de ellos, Santa Rosa Restaurant, donde se produjeron cinco de las detenciones, de acuerdo con un comunicado policial.
Estos detenidos, varones de entre 20 y 53 años, fueron acusados de promoción de juego ilegal, posesión de dispositivos para el juego, posesión de armas, suplantación de identidad y alteración del orden público.
El otro arresto, que tuvo lugar en La Perfecta Bar & Restaurant, es el de un hombre de 56 años que se enfrenta al cargo de posesión de una sustancia controlada.
Además, las autoridades citaron judicialmente a los gestores de esos dos bares y al de El Triunfo Taverna por violar los permisos de venta de alcohol, las normas de construcción y el código contra incendios.
En el cuarto establecimiento inspeccionado, Safiro Bar, las autoridades no registraron ninguna actividad ilegal pero se llevaron bajo custodia a un hombre de 31 años que había sido deportado del país en dos ocasiones.
La Policía de Suffolk colaboró con inspectores de la Autoridad de Licores de Nueva York, agentes del Departamento de Seguridad Nacional y el jefe de bomberos de Huntington para batir los bares, que fueron abordados específicamente por sus «actividades ilegales y de la MS-13», según las autoridades.
Las detenciones se producieron un día después de que el presidente Donald Trump arremetiera contra la pandilla MS-13, o «Mara Salvatrucha», en un acto en Long Island, donde este grupo ha asesinado a 17 personas desde 2016 solo en el condado de Suffolk.
Trump declaró que el Gobierno pretende «desmantelar, diezmar y erradicar» a organizaciones violentas como la MS-13, cuya formación atribuyó a la inmigración ilegal permitida por pasadas administraciones.
El mandatario prometió imponer la ley, proteger las fronteras del país y apoyar a las fuerzas del orden, a quienes animó a no ser «demasiado agradables» en el momento del arresto de sospechosos, concretamente a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Este mensaje no fue bien recibido por la Policía del condado de Suffolk, cuyo jefe, James Burke, se declaró culpable el año pasado de haber dado una paliza a un hombre que estaba esposado en un interrogatorio.
Horas después del discurso de Trump, la Policía escribió en su cuenta de Twitter que las violaciones de sus «estrictas» normas del tratamiento de sospechosos se abordan «con extrema seriedad». «Como departamento, no toleramos ni toleraremos la violencia hacia los prisioneros», añadió.