Una caminata breve cada media hora durante los periodos en que las personas permanecen sentadas por mucho tiempo puede contrarrestar los efectos más dañinos de la vida sedentaria, según un artículo que publica la revista Medicine & Science in Sports & Exercise.
El estudio fue encabezado por Keith Díaz, profesor asociado de medicina de la conducta en el Colegio Vagelos de Médicos y Cirujanos, de la Universidad Columbia, en Nueva York, y la revista es la publicación del Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva.
Numerosos estudios señalan, de forma creciente, que el permanecer sentado por periodos largos, algo demasiado común en la vida moderna, es dañino para la salud, aun si la persona hace ejercicios regularmente en el gimnasio, la piscina o su casa.
En general, los médicos aconsejan a los adultos que no estén sentados tanto tiempo y que se muevan, y la investigación de Díaz procuró dar respuesta a las preguntas acerca de cuán a menudo hay que levantarse de la silla, y cuánto tiempo de movimientos se recomienda.
El equipo investigador concluyó que basta con 5 minutos de caminata cada media hora de estar sentado para contrarrestar los efectos más dañinos de la inactividad.
A diferencia de otros estudios que prueban una o dos opciones de actividad, el equipo de Díaz analizó los resultados de diferentes «bocadillos» de ejercicio: 1 minuto de caminata cada 30 minutos de estar en posición sedente, 1 minuto después de 60 minutos, 5 minutos cada media hora, 5 minutos cada 60, y no caminar en absoluto.
«Si no hubiésemos comparado múltiples opciones y variado la frecuencia y duración del ejercicio, no habríamos sido capaces de presentar al público nuestra mejor recomendación de la rutina óptima», comentó Díaz.
Cada 1 de los 11 adultos que participaron en el estudio, realizado en el laboratorio de Díaz, se sentaron en una silla ergonómica por 8 horas, levantándose sólo para su «bocadillo» de ejercicio asignado en una correa de caminata (treadmill) o para ir al baño.
Los investigadores midieron periódicamente la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre de los participantes, a quienes se les permitió que leyeran, trabajaran en una computadora portátil y usaran sus teléfonos durante las sesiones, que incluyeron comidas estándar.
Y el experimento determinó que la cantidad óptima de movimiento eran esos 5 minutos de caminata cada 30 de inactividad. Esa fue la única combinación que bajó tanto la presión sanguínea como el nivel de azúcar en la sangre.
Asimismo, ese régimen de caminata mostró un efecto notable sobre la forma en que los participantes respondieron a las comidas abundantes, con una reducción de 58 % en las alzas de azúcar sanguíneo en comparación con el estar sentado todo el día.
Todas las combinaciones de caminata y tiempo en el estudio, excepto la de caminata de un minuto cada hora, llevaron a disminuciones significativas en la fatiga y mejoras también significativas en el estado de ánimo.