Por: Asociación de Abogados Hispanos de Long Island – LIHBA
El Consejo de Presidentes de la Coalición de Asociaciones de Abogados Latinos, compuesta por la Asociación de Abogados de la República Dominicana, la Asociación de Abogados Hispanos de Long Island (LIHBA), la Asociación de Abogados Hispanos del Valle de Hudson, los Abogados Latinos del Condado de Queens y la Asociación de Abogados de Puerto Rico, condena los recientes ataques contra el Honorable Juez Juan Merchan A.J.S.C., y el Fiscal de Distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quienes respectivamente presiden y procesan el caso de People of the State of New York v. Donald J. Trump.
El expresidente Trump ha hecho repetidamente declaraciones preocupantes y ofensivas en las redes sociales contra el fiscal de distrito Bragg y el juez Merchan y su familia inmediata.
Como se informó recientemente en los medios, esas declaraciones ofensivas han sido seguidas por múltiples amenazas contra el juez Merchan y su familia inmediata, incluidas llamadas de acoso y amenazas de muerte por correo electrónico.
Los medios también informaron que el fiscal de distrito Bragg y otros miembros de su personal también recibieron amenazas en forma de llamadas, correos electrónicos y cartas.
Estos viciosos ataques ad hominem contra el juez Merchan y el fiscal Bragg son peligrosos. Estas declaraciones y comentarios repulsivos no tienen cabida en la sociedad civil y tienen el potencial de incitar a la violencia, disturbios civiles y representan una grave amenaza para la seguridad de estas personas y sus familias.
El Consejo de Presidentes de la Coalition of Latino Bar Associations condena enérgicamente el uso de tal difamación, comentarios despectivos y declaraciones incendiarias, viciosas y racistas.
Si bien elogiamos al juez Merchan por no emitir una orden de mordaza, hacemos un llamado a los abogados que representan al expresidente Trump en este asunto, Todd Blanche, Susan Necheles y Joseph Tacopina, para advertir a su cliente que se abstenga del uso de tal retórica incendiaria y lenguaje inaceptable, vil y racista, y permitir que el sistema judicial haga su trabajo sin el uso del miedo y la intimidación.