Pasar por grandes cambios en la vida puede ser aterrador, principalmente porque causan mucha incertidumbre. La primera pregunta que surge es ¿cómo afectará este cambio mis finanzas? La respuesta es simple: pueden ahorrarte dinero en tus impuestos.
Ya sea que te hayas casado, comprado una casa o tenido un bebé, aquí te compartimos cómo los cambios de vida pueden ayudar a tus finanzas.
Matrimonio
Sabemos que las bodas salen caras y pueden llegar a ponerte en números rojos. Si estás considerando casarte, pero tienes miedo de las consecuencias financieras, ¡no temas! Una de las mayores ventajas de casarse es que te vuelvas elegible para grandes beneficios fiscales, incluyendo deducciones y créditos al declarar tus impuestos como casado en una declaración conjunta.
Estos ahorros fiscales o «bono matrimonial», suceden porque existen tasas impositivas federales más bajas para las parejas que presentan una declaración conjunta al estar casados. Pueden recibir una exención cada uno de $4,050 y una deducción estándar de $12,700 por una declaración conjunta en vez de $6,350.
Comprar una casa
Además de ser un enorme y emocionante cambio de vida, una propiedad es una de las mejores maneras de ahorrar impuestos.
Los impuestos de propiedad e hipotecarios realmente pueden afectar tus finanzas, pero si compraste una casa este año o lo estás considerando, puedes deducir los intereses de tu hipoteca, impuestos de propiedad y hasta puedes deducir los puntos que pagaste para asegurar el préstamo.
Tener hijos
Si es así, ¡felicidades! Además de la emoción de tener un nuevo miembro en la familia, también puedes disfrutar de las deducciones y créditos que tu nuevo bebé puede aportar a las finanzas de tu familia.
Algunos de los beneficios fiscales que recibirías por tener un bebé es la exención de $ 4,050 por dependiente, el crédito tributario por hijos de $ 1,000 y el Crédito por Ingresos del Trabajo de hasta $ 3,400 con un hijo y hasta $ 6,318 con tres hijos o más.
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