El pasado 5 de marzo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, reafirmaron una agenda bilateral con el fin de reducir por la mitad el cultivo y la producción de coca en Colombia para el 2023. En el acuerdo, se propuso el reinicio de fumigaciones aérea de zonas cocaleras, usando avionetas para dispersar el herbicida glifosato.
De acuerdo a la organización WOLA (Incidencia a favor de los derechos humanos en las Américas), tal política no solo corre el riesgo de causar daños graves como: exacerbar la pobreza, generar violencia y disturbios, y dañar el medio ambiente, también impactaría los esfuerzos para implementar los acuerdos de paz de Colombia. Además, una revisión de literatura publicada en el 2015 por la Organización Mundial de la Salud, encontró que el uso de glifosato, la herbicida dispersada en la fumigación aérea, era probablemente carcinogénica en humanos.
Por ello, la Cámara de Representantes de Estados Unidos sesionó y aprobó varias enmiendas relacionadas con el Acto de Autorización para la Defensa Nacional (NDAA por sus siglas en inglés), que controla el presupuesto y los gastos que se disponen para el Departamento de Seguridad Nacional de Colombia.
En la sesión, dos representantes demócratas incluyeron enmiendas relacionadas a la asignación del presupuesto de defensa a Colombia. Una fue presentada por el representante Jim McGovern y está relacionada a las violaciones a derechos humanos por parte del Ejército colombiano; y la segunda enmienda, fue presentada por la congresista del distrito 14 de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, y prohíbe el uso de fondos para la fumigación aérea.
“Esta enmienda pasó la semana pasada”, dijo Gerardo Bonilla Chávez, director de la Legislatura para la congresista Alejandra Ocasio-Cortez. “Lo que estamos tratando de hacer es asegurar que el dinero que la gente paga en los impuestos, no se esté usando para fumigaciones que pueden dañar la salud de los niños, de la gente y del medio ambiente. De la gente que está tratando de vivir en paz en el campo”.
La enmienda dice que “Ninguna de las cantidades autorizadas para ser asignadas o puestas a disposición de otra manera por esta Ley puede ponerse a disposición para financiar directamente la fumigación aérea en Colombia a menos que el Gobierno de Colombia de muestras de acciones para cumplir con las leyes y regulaciones nacionales y locales”.
Según Bonilla Chávez, Estados Unidos se ha involucrado en los asuntos de muchos países y en Latinoamérica se ha sentido más.
“Esta enmienda es solo un ejemplo de cómo estamos tratando de cambiar las políticas y la manera de como los Estados Unidos se involucra en los asuntos de otros países”, añadió el portavoz de la congresista hispana, también conocida como AOC. “Hemos hablado con activistas del pueblo (Colombia) que son impactados por esto -y una cosa que se dice es que después de las fumigaciones, mucha gente no puede regresar a cultivar porque el medio ambiente no regresa a como era antes”.
Proteger la salud y medio ambiente
Por razones ligadas a la salud pública, Colombia suspendió la fumigación aérea en el 2015, después de 21 años de operación y 1.8 millones de hectáreas fumigadas. Sin embargo, de 1994 a 2015, la estrategia antidroga de Estados Unidos en Colombia enfatizó campañas masivas de fumigación aérea.
Además de las consecuencias ambientales y de salud, las consecuencias potenciales de la fumigación aérea son significantes. Investigaciones realizadas por WOLA en la región han documentado desplazamientos de comunidades étnicas y la destrucción de la seguridad alimentaria.
“La congresista y yo hemos hablado sobre esto y tenemos que entender que mucha de la razón por la cual la gente está inmigrando a los Estados Unidos es porque nosotros nos estamos involucrando en los asuntos de estos países”, expuso Bonilla Chávez. “La congresista está tratando de asegurar de que si vamos a gastar dinero en otros países, es mejor dar el dinero a la gente, proteger el medio ambiente, apoyar a los trabajadores y al pueblo, para asegurar que la prosperidad llegue a todos”.
Todo lo aprobado en la Cámara de Representantes deberá pasar ahora por el pleno del Senado para ordenarse y aplicarse al presupuesto final.
“Es una cosa que vamos a tener que asegurar. Que hablemos con el embajador de Colombia en Estados Unidos que asegure que el departamento no utilice ‘lagunas’ en las leyes para empezar la fumigación”, finalizó Bonilla Chávez. “Tenemos que asegurar que las les leyes de Colombia protejan la salud y el medio ambiente”.
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