Es la época del año en la que las familias se preparan para el regreso a clases, revisando listas escolares y asegurándose de que sus hijos tengan los lápices, mochila y cuadernos adecuados. Pero lo que puede ser aún más importante que los útiles escolares es que su hijo se sienta emocional y mentalmente listo para comenzar el año escolar.
Aquí le presento cuatro consejos para ayudar a reducir el estrés y apoyar a que los estudiantes tengan un buen regreso a clases.
1. Prepare o restablezca las rutinas: ¿A qué hora se sienta la familia a cenar? ¿Cuándo se hacen las tareas de la escuela? ¿Cuánto tiempo pasan frente a las pantallas? ¿A qué hora se acuestan a dormir? ¿A qué hora suena la alarma? Las respuestas a estas preguntas son importantes. El hecho de atenerse a los horarios puede crear consistencia en casa que puede ayudar a su hijo a sentirse más cómodo, seguro y estable.
2. Programe una visita “well-child” de bienestar infantil: Considere la visita de bienestar infantil, o “well-child”, como una oportunidad para entender mejor las necesidades de salud de su hijo. Los pediatras pueden evaluar la salud física y emocional de su hijo antes de que comience la escuela, preparándolo para salir adelante el resto del año. También es un buen momento para completar los formularios físicos de la escuela y ponerse al día con las vacunas. Pregúntele al médico de su hijo sobre lo que impulsa su desarrollo físico, como la dieta, el ejercicio y los hábitos de sueño. ¿No está seguro qué debe preguntar? UnitedHealthcare ofrece una lista imprimible de control de atención preventiva.
3. Hable sobre la salud mental: Hablar de la salud mental puede demostrarle a su hijo que este tipo de conversaciones son buenas y que tienen una red de apoyo en la que pueden confiar. Si mencionan estar asustados o nerviosos, valide sus sentimientos. Ayúdelos a sentirse seguros y hágales saber que es posible sentirse mejor. Estos pueden ser temas sensibles para su hijo, por lo que la empatía y la paciencia pueden ayudarlo a sentirse escuchado y demostrarle que va a estar bien. Concéntrese en el estado de ánimo general de su hijo – no solo lo que está diciendo – y este al tanto de señales de advertencia, como tristeza persistente, cambios repentinos de humor o problemas de sueño.
4. Ayude a desarrollar la independencia en el hogar: Para los niños más pequeños que entran en la escuela preescolar o jardín de infantes, aliéntelos a vestirse, usar el baño sin asistencia, lavarse las manos y ponerse los zapatos. Su hijo debe saber cómo limpiarse la cara después del almuerzo y sonarse la nariz sin ayuda. También debe sentirse cómodo pidiendo ayuda a un adulto cuando la necesite.
