Nada me resulta más gratificante que usar mis manos y habilidades para crear cosas que tienen un impacto real en la vida de las personas. Por eso me uní a un aprendizaje de carpintería de la Unión cuando era joven, donde aprendí todas las habilidades esenciales y ascendí a través de él. Es por eso que cada día me despierto emocionado de ir a trabajar con carpinteros de la Unión, además de la estabilidad y seguridad que mi trabajo me da.
Como carpintero de la Unión, una carrera en la construcción significa un camino hacia un ingreso estable, beneficios confiables y seguridad para la jubilación. Me ha llevado a comprar mi propia casa y criar a mis tres hijos cómodamente.
No es sorprendente que yo haya sido testigo de una creciente ola de trabajadores que buscan protección en las Uniones, atraídos por la promesa de un salario justo, beneficios integrales y una voz en su lugar de trabajo. Particularmente en las comunidades hispanas, más trabajadores están reconociendo los beneficios tangibles de una membresía en la Unión, y la oportunidad que tienen para un futuro mejor. Los carpinteros de la Unión los están recibiendo con los brazos abiertos, ofreciéndoles más capacitación bilingüe y oportunidades laborales.
Unirse al sindicato de carpinteros ofrece más que un trabajo estable: significa ser parte de una comunidad que va mucho más allá del lugar de trabajo. Nuestro sindicato está comprometido a crear no sólo empleos, sino también carreras que apoyen a nuestros miembros en las buenas y en las malas. Brindamos beneficios sólidos que incluyen fondos para vacaciones, licencia por enfermedad, atención médica familiar y tiempo libre remunerado, lo que me brinda la posibilidad de disfrutar de una vida integral. El acceso continuo a la capacitación me ha ayudado a mantener mi competitividad en el mercado y a tener la seguridad de que mis habilidades son las mejores en el negocio.
Además, nuestra participación comunitaria a través de eventos como campañas navideñas y proyectos de mantenimiento de parques enriquece nuestros vecindarios y fortalece los vínculos entre los miembros. Pertenecer al sindicato de carpinteros es más que solo un trabajo; se trata de ser parte de algo más grande que uno mismo, contribuir al mejoramiento de las comunidades y construir caminos hacia futuros estables para todos los neoyorquinos.
Sé que mi trabajo tiene valor. Lo siento cuando miro arriba en el horizonte a los emblemáticos edificios en los que he trabajado en la ciudad de Nueva York. Lo percibo en la camaradería que comparto con mis hermanos y hermanas de la Unión de todos los orígenes y estilos de vida.
Mi compromiso con la Unión va más allá de un trabajo; es un compromiso con la dignidad, la seguridad y la equidad. Juntos, podemos construir no solo estructuras, sino comunidades, donde cada trabajador sea valorado, respetado y capacitado para prosperar.