Crisis migratoria y las elecciones. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, se midieron en un cara a cara con capacidad de cambiar el rumbo de las presidenciales. Un debate en el que el republicano se mostró más agresivo y en el que al demócrata le costó hilar mensajes y apareció dubitativo y con problemas de voz.
En un plató de la cadena CNN en Atlanta, sin público, sin el apoyo de notas previas y de los asesores y sin posibilidad de réplica en caso de no tener asignado el turno de palabra, este encuentro expuso sin distracciones las fortalezas y debilidades de ambos candidatos en un debate sin interrupciones.
En este marco, la organización UnidosUS le recordó a ambos candidatos los problemas que los latinos necesitan abordar ante el costo de vida y vivienda, la seguridad y la inmigración. La organización, una de las más grandes y antiguas del país, recalcó la importancia del voto hispano para las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Esta comunidad, que alcanza el 18 % de la población del país y con una proyección de votación cifrada para noviembre en un «récord» de 17,5 millones de votantes hispanos, resulta clave para los ajustados comicios que se prevén para este año, resalta UnidosUS.
Basada en un sondeo nacional a 1.200 votantes latinos, UnidosUS hizo un llamado a las campañas de ambos candidatos a tener en cuenta las prioridades de esta minoría.
Ante esto, observadores dicen estar decepcionados por la ausencia de planes migratorios concretos por parte de los candidatos y aseguran que crece la incertidumbre sobre el futuro de los 10.5 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, recalca en su sitio web la cadena Univisión.
Tráfico de inmigrantes
La inmigración es un tema «no económico» que es prioridad también entre los hispanos. Sus principales metas son un camino hacia la ciudadanía para las personas indocumentadas de larga duración (el 53 %) y los beneficiarios de DACA (el 42%).
En un segundo nivel de importancia incluye tomar medidas enérgicas contra los traficantes de personas (29 %), aumentar la seguridad fronteriza (28 %) e impulsar la inmigración legal a través de visas familiares y laborales (27 %).
Específicamente con respecto a la frontera, los votantes hispanos dan prioridad de forma abrumadora a tomar medidas enérgicas contra los traficantes de personas o «coyotes» y de drogas (82 %), así como brindar un camino hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados de largo plazo (62 %).
Otro tema de gran preocupación es el control de armas. Desde 2022 la prioridad sobre seguridad para los hispanos en el país es el crimen y la violencia armada.
Sus principales preocupaciones son la facilidad para acceder a las armas (63 %), que los funcionarios electos acaben con los tiroteos escolares (52 %) y ampliar los programas comunitarios de seguridad y salud mental (45 %).
En términos de seguridad escolar, los votantes latinos quieren principalmente ver una respuesta que incluya programas y asesoramiento de salud mental, controles de entrada y de identificación seguros y reformas sobre armas, como verificaciones universales de antecedentes. Una mayoría considerable de hispanos apoya la prohibición de las armas AR-15.
Costo de vida y vivienda
Las prioridades económicas de la comunidad hispana en Estados Unidos también son la inflación, el costo de vida, el empleo y el estado de la economía en el país. Para quienes ven en el costo de vida la máxima prioridad, la investigación de UnidosUS demuestra que detrás de esto están los salarios y los costos de la vivienda, tanto para alquilar como para comprar.
Detalla que este gasto se ha convertido en una prioridad independiente para los votantes latinos. A nivel macroeconómico, la comunidad hispana ha experimentado -según la encuesta de UnidosUS- algunos resultados positivos como mejoras en el tema de desempleo, que está cerca de mínimos históricos, el aumento de los salarios para los trabajadores de bajos ingresos y la disminución de la inflación.
Aún así, la encuesta encontró que muchos latinos están estresados por su situación financiera y tienen dificultades para llegar a fin de mes. Además, esta minoría está luchando con la deuda estudiantil: 53 % de los latinos con préstamos estudiantiles informaron que habían entrado en aplazamiento o indulgencia, y el 19 % dijo que sus préstamos entraron en mora.
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