El cuerpo del recluso Edwin Segarra ha sido entregado a su familia, según el grupo de protesta Black Lives Matter Greater New York.
Edwin Segarra, un recluso del Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn murió el 5 de febrero por COVID-19 días después de recibir la vacuna en la instalación. Esta información provocó tanto ira como confusión.
El hijo de Segarra, Eddie, dijo a amNewYork Metro el 8 de febrero que la cárcel se negó a proporcionar detalles sobre la muerte o entregar el cuerpo del difunto para los servicios funerarios, lo que provocó una protesta afuera de la cárcel esa noche. Con megáfonos y carteles, los manifestantes exigieron que Edwin Segarra fuera devuelto a su familia.
amNewYork Metro se enteró de que el cuerpo fue entregado dos días después, el 10 de febrero.
“Me siento muy bien. Estoy feliz de que mi familia finalmente pueda poner a descansar el cuerpo de mi padre, pero todavía hay preguntas que necesitan respuesta», dijo Eddie Segarra.
Se espera que esas preguntas sean respondidas en los próximos días. A pesar de esta victoria en la lucha por los derechos humanos de los prisioneros negros y morenos, Eddie no está descansando tranquilo ahora que su padre, por fin, está en casa.
Manteniendo su presión por una resolución, la familia sometió a Edwin Segarra a una autopsia para discernir mejor el misterio que rodea su muerte. Aunque el proceso ha sido y seguirá siendo una montaña rusa emocional, sus seres queridos dicen que deben descubrir la verdad detrás de lo que exactamente lo llevó a su muerte por el nuevo coronavirus después de ser inoculado.
Este es un punto de inflexión en la lucha de la familia por la transparencia, que es un triunfo que atribuyen a la ayuda que recibieron de Black Lives Matter Greater New York.
“Me siento tremendamente agradecido por la ayuda de BLM Greater NY. Sin su ayuda, no tenía a nadie más a quien acudir, Black Lives Matter Greater NY, estaba ahí para mí cuando más los necesitaba”, expresó Eddie Segarra.
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