La oposición demócrata en la Cámara Baja exigió al brazo del Departamento del Tesoro encargado de la recaudación fiscal que les entregue varias declaraciones de impuestos del presidente estadounidense, Donald Trump, antes del próximo 23 de abril.
El ultimátum escala la confrontación entre el Gobierno de Trump y los demócratas, que según expertos podría derivar en una citación en el Congreso de los responsables de los impuestos o una demanda judicial contra la Casa Blanca que podría escalar hasta el Supremo.
«Espero una respuesta del IRS para las 17:00 horas del 23 de abril de 2019», dijo el presidente del comité de arbitrios y medios de la Cámara Baja, Richard Neal, en una carta dirigida al jefe del Servicio de Rentas Internas de EE.UU. (IRS), Charles Rettig.
«Por favor, asuma que si usted no cumple, ese fracaso se interpretará como un rechazo de mi petición», añadió Neal, dejando entrever una posible represalia judicial si el IRS, que depende del Tesoro, no cumple con el plazo.
Trump es el primer presidente estadounidense desde Gerald Ford (1974-1977) que no publica cada año su declaración de impuestos, una tradición que sus predecesores consideraban parte de su deber de transparencia y rendición de cuentas ante el pueblo.
El mandatario rompió con esa tradición ya durante la campaña electoral de 2016, cuando se negó a publicar su última declaración de impuestos con el argumento de que estaba sujeta a una auditoría por parte del IRS.
Al retomar el control de la Cámara de Representantes, el pasado enero, los demócratas vieron una oportunidad de usar sus nuevos poderes para exigir al Gobierno que les entregara esos informes anuales de Trump, para poder identificar sus lazos empresariales y descartar que haya conflictos de interés en sus acciones.
Los demócratas han solicitado las declaraciones de impuestos de Trump correspondientes a 6 años, con el argumento de que el código fiscal de EE.UU. obliga al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, a «entregar» aquellos documentos fiscales que pida el presidente del comité liderado por Neal.
Ese congresista pidió inicialmente que se le entregaran las declaraciones antes del pasado miércoles, pero el Tesoro dejó pasar la fecha sin cumplir con la petición, y Mnuchin cuestionó en una carta que la solicitud encajara con la Constitución del país.
El propio Trump reiteró esta semana que no tiene ninguna intención de entregar su declaración de impuestos «mientras esté bajo auditoría», aunque en teoría, el Tesoro debería tener la independencia suficiente de la Casa Blanca como para cumplir con la petición.
El argumento de la auditoría puede servirle a Trump durante el resto de su mandato, dado que el IRS audita automáticamente cada año la declaración de impuestos del presidente de EE.UU., pero según expertos legales, no hay nada que impida al mandatario publicarla o entregarla al Congreso si viera preciso hacerlo.
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