El tradicional desfile nacional puertorriqueño en Nueva York fue escenario para recordar que la isla caribeña continúa su lucha para recuperarse tras el paso del devastador huracán María y rendir tributo a los muertos que dejó a su paso.
Cientos de miles de puertorriqueños, de diversas partes del país, se congregaron como cada año a lo largo de la famosa Quinta Avenida de Manhattan para celebrar con orgullo sus aportes a los Estados Unidos, y para recordar además a los 4.645 boricuas que se alega perdieron la vida como consecuencia del huracán, en septiembre del año pasado, según un estudio.
La Universidad de Harvard, en colaboración con la Universidad de Puerto Rico, realizó un reporte, publicado el pasado mes en la revista científica New England Journal of Medicine, que revela que podrían haber muerto ese número de puertorriqueños, muy por encima de los 64 que había reconocido el Gobierno de la isla.
Salsa y algarabía
Al son de la salsa y gran algarabía, la 61 edición del desfile comenzó encabezada por su gran mariscal, el actor Esaí Morales, el ex-Yankee Jorge Posada como su padrino y otras figuras, entre ellos los primeros héroes que respondieron de inmediato a la recuperación tras el huracán, a los que se rindió tributo este año, bajo el lema «un pueblo, muchas voces».
«Puerto Rico se levanta», «4.645 vidas, pero no olvidados», «resistencia», «respeto y justicia para Puerto Rico» o «boricua, vota para que te respeten» eran algunos de los mensajes que se vieron a lo largo del recorrido, tanto en pancartas como impresos en camisetas.
Miles de banderas de la isla, roja, azul y blanca, ondearon nuevamente a ambos lados de la icónica avenida en manos de los puertorriqueños que las levantaban con furor al grito de «¡boricua!» o el estribillo de «yo soy boricua pa’que tú lo sepas».
Nora Ortiz y su hija estuvieron entre ese grupo y llegaron tres horas antes de que comenzara el multitudinario evento, que se realizó bajo extremas medidas de seguridad.
«Mi propósito de llegar temprano fue para tener un buen lugar para ver qué políticos vienen (en solidaridad con la isla). También porque hay gente confundida. Quiero que sepan que Puerto Rico es parte de EE.UU., que somos ciudadanos, la gente se olvida de eso», indicó en medio del bullicio, la música de salsa, reguetón y la bomba y plena de su folclor.
Ortiz se refirió a los reclamos de los puertorriqueños ante lo que han denunciado ha sido la pobre respuesta de la administración del presidente Donald Trump con ciudadanos de este país, y que fue denunciada nuevamente por políticos como el presidente del condado de El Bronx, Rubén Díaz Jr.
«Tenemos que recordar al mundo que este presidente le ha fallado a los 3,5 millones de ciudadanos que siguen sufriendo, a los que no han dado recursos, que no tienen medicinas, que no tienen lo que necesitan para mejorar su vidas», dijo a la prensa Díaz Jr., de origen puertorriqueño, quien vistió una camiseta negra con el impreso «4.645» bajo el que se leía «Recordar», «Registrar» (para votar) y «Resistir».
Recordó que «éste es un gobierno que ha dependido de los puertorriqueños para diversas guerras, que le da recursos a otros países que ni siquiera son nuestros amigos, pero no quiere dar esos mismos recursos a los puertorriqueños y nosotros tenemos que protestar».
El presidente del Bronx, desfiló junto al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que ha sido una voz para denunciar el trato a los puertorriqueños y que lideró un gran contingente que marchó presididos por una pancarta que leía «Trump, Puerto Rico es 4.645. Trump, Puerto Rico es tu Katrina».
Entre las miles de personas que marcharon, que incluyó al alcalde Bill de Blasio y otros funcionarios, hubo quienes mostraron la bandera de Puerto Rico en blanco y negro, ante el luto por las muertes y la situación que atraviesa la isla.
También voces de quienes reclaman se haga una auditoría de la deuda de 72.000 millones de dólares que ha llevado a la quiebra al país.
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