En el Día de la Madre honramos a todas las mamás latinas que entregan amor infinito para proteger a sus hijos, superando cualquier reto, problema o pandemia.
En esta ocación extendemos un homenaje especial a Emma Martínez, una madre inmigrante de origen salvadoreño quien tiene un corazón lleno de bondad para la comunidad.
Martínez lleva 17 años trabajando para la organización sin fines de lucro Círculo de la Hispanidad que cuenta con oficinas en Long Beach y Hempstead, en el condado neoyorquino de Nassau.
En su actual función como coordinadora de educación, Martínez ayuda a muchas personas en su distintas necesidades.
La mamá de todos, doña Emma, trabaja en la sede de Hempstead, Long Island, impartiendo clases de GED para obtener el certificado de secundaria, clases del idioma inglés ESL, clases de alfabetización y de ciudadanía americana.
Martínez llegó al Círculo de la Hispanidad del mismo modo que llegaron sus estudiantes, ella empezó tomando cursos de inglés, computación y preparación profesional.
«Llegué a los Estados Unidos el 14 de febrero de 1989, de ‘mojada’ buscando un asilo político, pasé por Texas», nos recuerda sobre su nueva vida en territorio estadounidense.
«Entré el Círculo a estudiar, me interesó el programa y luego empecé a trabajar como voluntaria. Ayudaba a las personas a llenar papeles, registraba a las personas y así tuve la oportunidad de obtener un trabajo de medio tiempo hasta llegar a ser la coordinadora del programa», expresa.
Vendiendo tamales para surgir
La historia de superación de doña Emma es como la de cualquier inmigrante que lucha día a día para construir un futuro mejor para ella y su familia, en su caso siendo madre de una hija muy talentosa y dedicada.
«Mi hija para mí lo es todo, es lo más especial que tengo, he vendido tamales para sacar adelante a mi hija que ahora es una Ingeniera en Sistemas», comenta muy orgullosa.
Martínez tiene mucho amor para el prójimo y en su empleo es como una madre para todos sus estudiantes. Afirma que ellos son sus hijos, lo más preciado que tiene y les alienta dando el ejemplo para que se puedan superar.
«Si ellos vienen, se preparan y se esfuerzan estudiando ellos pueden ser alguien en la vida, pueden llegar a ser los futuros doctores, ingenieros … Ellos son mis hijos, son el futuro».
Martínez también hace donaciones de comida a la comunidad local. «A veces siento tanta pena al ver las necesidades de las personas, me toca el corazón, gracias a Dios me hacen donaciones y eso me permite ayudar a la comunidad en todo lo que se pueda», remarca.
«Le agradezco mucho a Claudia Chavarría quien voluntariamente me trae comida, y yo voluntariamente les hago a mis estudiantes tacos, pupusas, pan dulce y sus cafecitos todas las mañana», enfatiza.
Cheques de ayuda en la pandemia
Cabe indicar que durante el aislamiento debido al COVID-19 el programa de educación del Círculo de la Hispanidad se impartió virtualmente, vía la plataforma Zoom.
«Primeramente le doy las gracias a Dios, no me ha dado Covid … El asimiento fue algo difícil para mi porque no podía ver físicamente a mis muchachos. Durante 6 meses las clases se impartieron por Zoom. Ahí yo entraba a supervisar los cursos, y además durante la pandemia pudimos ayudar a estudiantes donándoles cheques o comida».
Precisamente cuando entré a hacer esta entrevista a doña Emma, la encontré preparando bolsitas de regalo para las estudiantes que son madres dentro del programa del Círculo de la Hispanidad. Ella preparó bolsas con cremas y tazas para el café.
Y, durante el verano, invita a los estudiantes a asados de carne y todo esto «desde su bolsillo» con un gran amor maternal para sus hijos, los estudiantes.
Al culminar esta historia, Martínez envía a las mamás un caluroso mensaje y saludo por el Día de la Madre. «Todo en esta vida es posible, es cuestión de que se esfuercen con dedicación pero sobre todo pidiendo a Dios para que puedan llegar a lo que se proponen».
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