El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, confirmó que dos personas murieron, una de ellas una niña de once años, como resultado de la fuerte lluvia y vientos de la tormenta que afectó el martes a varios estados en la costa noreste.
Las víctimas, que no han sido identificadas, perdieron la vida al caer árboles sobre los vehículos en los que iban, en ambos casos en la ciudad de Newburgh, en el norte del estado.
La niña y su madre habían llegado a su casa y mientras su progenitora sacaba los paquetes del automóvil cayó el árbol. La menor, que aún estaba en el vehículo, fue llevada a un hospital, donde murió. Su madre resultó con heridas leves.
«La peor situación es la pérdida de vidas. Es una situación dolorosa», afirmó Cuomo, quien realizó una visita por las zonas afectadas, declarando en estado de emergencia los condados de Putnam, Dutchess, Orange y Sullivan.
De acuerdo con Cuomo, debido a la caída de árboles y el tendido eléctrico hay 154.000 personas sin electricidad. Indicó que el Departamento de Seguridad Nacional está proveyendo de generadores y comida a los afectados.
Personal de diversas agencias estatales y 125 miembros de la Guardia Nacional trabajan en la remoción de escombros en las zonas afectadas por la tormenta que, según Cuomo, pasó rápido pero «dejó daños significativos», con árboles y cables del tendido eléctrico en el suelo, hogares y vehículos dañados y la pérdida de dos vidas.
El gobernador advirtió que la lluvia continuará, lo que hará más difícil las labores de limpieza.
En Connecticut otras dos personas perdieron la vida también por la caída de árboles sobre sus coches, mientras un adolescente sufrió serias heridas cuando el techo del banquillo del parque de pelota cayó sobre él, según la cadena CBS.
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