Ecuatoriano recurre a iglesia para evitar deportación

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El ecuatoriano Marcos Reyes se ha convertido en el segundo inmigrante en menos de un mes en recurrir a una iglesia para evitar la deportación de EE.UU., una decisión tomada «por el amor por mi familia», afirmó hoy en declaraciones a Efe.

Reyes, que se ha refugiado en la iglesia metodista de New Haven, en el estado de Connecticut, debía regresar a su país el pasado martes a través del aeropuerto John F. Kennedy por una orden de deportación dictada en 2010 tras emigrar a EE.UU. hace 20 años desde la ciudad de Mera.

«Los que mejor entienden esto son los padres de familia porque no hay nada más doloroso que te quieran separar de la familia, de los hijos», dijo a Efe el obrero de construcción, que tiene dos hijos de 23 y 21 años, que nacieron en Ecuador y acogidos al Programa de Acción Diferida (DACA), y una hija de 12 que es ciudadana de EE.UU.

Aseguró que «tomar esa decisión no fue fácil», pero lo motivó su familia, dijo, «por el amor bien grande que nos tenemos».

El pasado mes de julio, la guatemalteca Nury Chavarría, que tiene cuatro hijos nacidos en EE.UU. y también residente en Connecticut, se refugió en una iglesia local para evitar ser expulsada, donde estuvo una semana y de donde salió luego de que sus abogados lograran que Inmigración detuviera su deportación.

El ecuatoriano, único sostén económico de su familia, se refugió en la iglesia junto a su esposa Fanny Torres y sus tres hijos, que pueden entrar y salir de la iglesia sin problemas.

Recordó que un viaje a Michigan en 2007 le colocó en el proceso de deportación.

«Fuimos de paseo y por accidente nos metimos en la frontera con Canadá. Salimos de ese país y cuando reingresamos a EE.UU, ahí empezó mi pesadilla», dijo al recordar además que lo detuvieron y que quedó libre tras pagar una fianza porque no tenía antecedentes criminales.

Agregó que entonces comenzó a luchar su caso ante Inmigración para evitar ser deportado. «Tenía que probar que llevaba diez años en el país y que tenía una hija nacida aquí y lo hice pero me lo negaron en el 2010», dijo.

«En el 2016 recibí una carta de Inmigración de que debía presentarme. Contraté un abogado que le expuso mi caso y aceptaron en principio aplazar mi deportación y tenía que hacer una revisión cada seis meses», indicó.

Sin embargo, el pasado julio Inmigración canceló su permiso de estadía y activó la orden de deportación para el 8 de agosto.

Hace dos semanas había sometido a través de su abogada Erin O’Neil-Baker una moción para que se reabra su caso ante la Junta de Apelaciones de Inmigración y aún no ha recibido una respuesta.

De acuerdo con la entidad humanitaria Church World Service, el año pasado antes de que el presidente Donald Trump ganara las elecciones, había unas 400 iglesias declaradas como santuarios en el país, lo que significa que las autoridades no se adentran en las mismas.

Actualmente, los templos que se han proclamado refugios alcanzan los 800, pero pese a la existencia de tantas iglesias santuario solo unas cuantas se han acogido al refugio.