A escasas semanas desde que esta sombría pandemia de coronavirus iniciara, la ciudad vio una señal esperanzadora este lunes cuando el buque hospital USNS Comfort, arriba al puerto de Nueva York y atraca en el West Side.
The Comfort ha estado aquí anteriormente en momentos de mayor necesidad de Nueva York justo después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001; y ahora, nuevamente ha regresado a nuestra ciudad para proporcionar camas de hospital y personal médico muy necesarios.
Igualmente, se han abierto nuevos hospitales militares en el Centro de Convenciones Jacob Javits para ayudar a tratar a los pacientes con coronavirus.
Por su parte, Samaritan’s Purse, una organización benéfica cristiana evangélica, abrió un hospital de campaña en el East Meadow de Central Park; su personal médico trabajará con el Hospital Mount Sinai para ayudar a sanar a los enfermos.
Finalmente, la caballería ha entrado a Nueva York, y ni un momento demasiado pronto.
Las salas de emergencia y los hospitales de los cinco condados están abrumados con pacientes con coronavirus. Los trabajadores de la salud han descrito escenas horribles de agonía, trauma y miedo ocurriendo dentro de los centros médicos.
Estos increíbles médicos, enfermeras, asistentes y otros miembros del personal están exhaustos emocional y físicamente. Viven con el miedo de contraer el virus mientras atienden a miles de personas que se han enfermado en esta ciudad.
Como los bomberos que corren hacia las llamas cuando todos los demás huyen, estos increíbles héroes luchan todos los días, desinteresadamente, en la guerra de la ciudad contra el coronavirus. Están decididos a salvar tantas vidas como puedan, independientemente de los riesgos personales que enfrentan. Es increíble lo que hacen.
Afortunadamente, ahora están obteniendo la ayuda que tanto necesitan del Comfort, los militares, Samaritan’s Purse y otras organizaciones que hacen lo que pueden para ayudar a la ciudad de Nueva York a salir de esta horrible crisis.
Tanto el número de infecciones por coronavirus como las muertes relacionadas continúan aumentando a niveles insoportables y terroríficos. Nos han advertido sobre esto durante semanas. Se nos ha dicho que las cosas empeorarán antes de mejorar.
La situación sigue siendo grave, pero debemos tener la fe y la esperanza de que podamos cambiar las cosas pronto. Las tasas de infección y las muertes eventualmente disminuirán. Miles de personas que contrajeron coronavirus ya se han recuperado, y miles más también sanarán.
Ahora que la asistencia está llegando a la ciudad, podemos ver una luz al final del túnel y, con suerte, el fin del inicio de la crisis.
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