Episcopal Health Services (EHS) está realizando un gran esfuerzo para eliminar el estigma asociado con la búsqueda de ayuda para la salud mental entre los miembros de la comunidad hispana/latina en Far Rockaway.
Según Tanya Barros, MA, LMHC, vicepresidenta de Servicios de Salud Conductual de EHS, la organización lleva a cabo una intensa labor de alcance comunitario en toda la Península de Rockaway para informar sobre los servicios de salud mental disponibles. Este trabajo incluye la normalización de la atención psicológica, el fomento del apoyo comunitario, la comunicación de que se ofrece asistencia en varios idiomas y el énfasis en la sensibilidad cultural de los profesionales que brindan ayuda. Sin embargo, Barros considera que aún queda mucho por hacer para aumentar la concienciación.
«Saber que existen recursos facilita el camino para que las personas busquen ayuda», afirmó Barros. «Uno de los principales desafíos para superar el estigma es derribar barreras, y la primera de ellas es hacer esa primera llamada telefónica».
Colaboración comunitaria
La cooperación con organizaciones locales y líderes comunitarios es clave en este esfuerzo. «Necesitamos colaborar y conocer los recursos que cada uno ofrece», señaló Barros. «Nuestros pacientes también pueden acudir a estas organizaciones, por lo que valoramos enormemente esa cooperación».

Barros explicó que, dentro de la comunidad hispana/latina, muchas personas han crecido con la creencia de que la salud mental no requiere tratamiento. Para combatir esta percepción, EHS apuesta por la educación y la normalización de la expresión emocional.
«La salud mental no debe ser ignorada», enfatizó. «Es tan importante como la salud física».
Además, mencionó que ciertas normas culturales, como el machismo en los hombres y el marianismo en las mujeres, influyen en la resistencia a buscar ayuda. Mientras que el machismo promueve el orgullo, la agresión y la negación de la vulnerabilidad, el marianismo refuerza la abnegación, la sumisión y el rol de cuidadora de la mujer dentro de la familia.
«Si bien estas creencias tuvieron su propósito en algún momento, cada familia debe decidir cómo estructurar su dinámica», explicó Barros. «Es crucial reconocer cómo estas ideas influyen en la crianza y en la percepción de la salud mental».
Acceso a servicios y diversidad cultural
Según Barros, una de cada cinco personas experimentará una enfermedad mental en algún momento de su vida, lo que hace aún más urgente reducir el estigma en torno a la búsqueda de ayuda profesional.
«Informamos a la comunidad que contamos con un personal diverso, culturalmente sensible y humilde, capacitado para satisfacer sus necesidades», destacó. «Tenemos terapeutas bilingües y ofrecemos sesiones de consejería individuales y grupales, así como servicios para niños, adolescentes y familias».
EHS se asegura de que sus pacientes puedan comunicarse en su idioma de preferencia, ya que la mayoría del personal es bilingüe y también se dispone de un servicio de traducción.
«Recibir información en un idioma que no es el propio puede resultar incómodo», explicó Barros. «Por eso, contamos con numerosos empleados bilingües y acceso a una línea de interpretación».
Un llamado a la comunidad
Barros quiere que la comunidad entienda que buscar tratamiento está bien y que las puertas de EHS están abiertas para todos. «El hecho de que tantos hispanos estén dando el primer paso demuestra que el alcance comunitario y la educación están teniendo un impacto positivo», afirmó. «Hemos visto un aumento significativo en la cantidad de personas que buscan nuestros servicios y nos enorgullece acompañarlas en su proceso de recuperación».
EHS ha brindado apoyo a pacientes que enfrentan diversas dificultades, incluidas personas con pensamientos suicidas. Barros destacó la importancia de establecer una relación saludable con un terapeuta, aunque este proceso pueda llevar tiempo.
Ella cree que la comunidad en general puede ayudar aún más organizando eventos para normalizar la conversación sobre la salud mental. «Somos el único hospital en la Península de Rockaway y ofrecemos el nivel más alto de atención psiquiátrica y psicológica en la zona», indicó. «Contamos con dos unidades psiquiátricas para pacientes hospitalizados, una sala de emergencias con una pequeña unidad psiquiátrica, dos clínicas ambulatorias y múltiples programas para niños, adolescentes y familias».
Recursos disponibles
Los residentes de Rockaway que tengan pensamientos suicidas deben llamar al 911, acudir a la sala de emergencias de EHS o comunicarse con la línea de ayuda del estado de Nueva York al 988. Además, EHS dispone de un centro de bienestar y recuperación en 19-01 Brookhaven Ave. y un centro comunitario de salud mental en 521 Beach 20th St. Para más información, se puede llamar al 718-869-8822.
Uno de los programas más destacados de EHS es el Programa de Intervención en Crisis a Domicilio, en el que el personal visita a los pacientes en sus hogares para ofrecer asesoramiento intensivo y apoyo. Este programa está dirigido a niños de entre 5 y 20 años y busca prevenir hospitalizaciones psiquiátricas conectándolos con servicios clínicos adecuados.
Barros señaló que, tras la pandemia de COVID-19, las adolescentes latinas han sido identificadas como el grupo con mayor riesgo de autolesión. Según un estudio citado por ella, el aislamiento ha sido un factor clave en este aumento.
Próximos eventos
El viernes 7 de marzo, de 2 p.m. a 4 p.m., EHS organizará un foro sobre salud mental masculina en el Queens Community Justice Center (10-27 Beach 20th St.). Un evento similar dirigido a mujeres está previsto para finales de marzo.

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«Hagan la llamada, preséntense y permítannos guiarlos en su recuperación. Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza», concluyó Barros.