El Atlántico ha entrado en ebullición con tres huracanes simultáneos, uno de los cuales, Irma, de categorías 5, es ya el mayor formado en la cuenca atlántica, mientras Katia, en el Golfo de México, amenaza con tocar tierra en ese país convertido en un ciclón mayor.
El tercer huracán activo en el Atlántico, José, todavía de categoría 1, amenaza las islas caribeñas del norte de las Antillas Menores con el potencial de convertirse el viernes en un ciclón de categoría mayor, según el boletín más reciente del Centro Nacional de Huracanes (NHC).
No es la primera vez que se forman tres huracanes de forma simultánea en el Atlántico, ya que en la «pasada década» se repitió este «inusual» fenómeno climático, dijo hoy a Efe Dan Dixon, meteorólogo del NHC.
Factores como aguas más cálidas de lo normal, con evaporación de agua, y la ausencia del fenómeno de «El Niño» en el Pacífico, que inhibe la formación de huracanes en el Atlántico, se consideran fenómenos que inciden en la formación de sistemas tropicales en el Atlántico como Irma, que genera vientos de 175 millas por hora (280 kilómetros por hora).
El registro de huracanes simultáneos en el Atlántico «no es algo inédito, pero tampoco es normal» como se registra ahora «con un huracán en el centro del Atlántico, otro en el Caribe y un tercero en el Golfo de México», apuntó Dixon.
Irma, catalogado por los meteorólogos del NHC de «extremadamente peligroso» y «potencialmente catastrófico», avanza con inmenso poder destructor por aguas del Caribe, tras haber azotado las islas de las Antillas Menores y enfilar ahora hacia las Bahamas y el sur del estado de Florida.
La cifras preliminares apuntan a once muertos y graves daños materiales en las pequeñas islas que configuran las Antillas Menores, con lugares como Barbuda donde el 60 % de la población ha perdido sus hogares.
Mientras, en Puerto Rico las autoridades han informado de la muerte de tres personas a consecuencia del paso de Irma, de categoría 5 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de 5.
Irma es, pues, el huracán más intenso formado en aguas abiertas del Atlántico. Otros huracanes como Wilma (2005), Gilbert (1988) y el que asoló los Cayos de Florida en 1935 (sin nombre) alcanzaron también los 295 kilómetros por hora, pero lo hicieron en el Caribe o el Golfo de México, que suelen ser más cá lidos que las aguas abiertas del Atlántico, lo que fortalece los ciclones.
En cuanto a la amenaza que se cierne sobre Florida, Dixon señaló que es «todavía muy pronto para especificar el lugar del sur del estado donde tocará tierra el ojo de Irma, por las variaciones que pueden producirse», aunque es «muy probable que los vientos huracanados comiencen a sentirse el sábado por la tarde».
Pese a las «fluctuaciones de intensidad» que experimentará Irma en las próximas 48 horas, el sistema permanecerá como un «poderoso huracán de categoría 4 o 5 durante los próximos dos días», por lo que su ojo podría tocar tierra en la península Floridana con temible poder devastador.
Mientras, el huracán Katia, que se gestó este miércoles en el Golfo de México, se intensifica sobre las aguas calientes y se vaticina que se transformará en un ciclón de categoría mayor (3, 4 o 5) mientras se aproxima a la costa mexicana.
En su boletín más reciente, el NHC señaló que Katia se encontraba estacionaria en aguas del Golfo de México a 215 millas (345 kilómetros) al este de Tampico y 195 millas (315 kilómetros) al nornoroeste de Veracruz.
Hacia esta región se encaminará el ciclón este viernes, según el NHC, que alertó de las fuertes lluvias, la «peligrosa» marejada y las grandes y destructivas» olas que provocará Katia.