El tenista español Carlitos Álcaraz, campeón del US Open 2022, le dijo que una de sus armas para jugar bien al tenis es estar contento. Y así, muy contenta, encontramos a la pequeña Valentina Pérez en la zona de prensa, donde esperaba para entrevistar a una jugadora de tenis adaptado.
Pérez, de 10 años, ama el tenis y también juega a ser reportera. En el Open hizo parte del programa Kidcaster de la United States Tennis Association (USTA), organizadora del evento. Su facilidad de palabra y soltura frente a las cámaras es notable. “Me gusta mucho el periodismo, con mis amigas jugamos a hacer preguntas”, dijo.
“Mi papá es miembro de USTA, ellos me vieron jugar y les gustó. Le dijeron ‘queremos que tu niña sea kidcaster’, nos pidieron que llenemos una aplicación y lo hice y así entré. En julio me dieron la noticia, estaba muy feliz”, dijo Valentina.
La niña tuvo la oportunidad de hacer una pregunta, en español, a Álcaraz durante el MEDIA DAY de FAN WEEK, evento abierto al público. “¿Estás listo? ¿Cuántas horas juegas tenis al día?”, le preguntó a Álcaraz, ante el aplauso de los numerosos latinos presentes en el estadio Arthur Ashe. El campeón le dijo “listo”, sonrió, y le respondió: ‘Pues juego dos horas y media, dos horas y cuarto, más de ahí no es bueno de cara al torneo.’ Después Valentina le preguntó —en inglés— sobre los entrenadores que más lo inspiraron.
“Cuando bajamos del escenario también le pregunté ‘¿cómo juegas así tan bien?’. Me dijo ‘necesitas estar contento’. Me puse muy feliz porque eso me va a ayudar a mí y a todas las niñas y niños a jugar mejor”, recordó Valentina.
Sobre cómo se preparó para su rol como mini reportera del Open, comentó: “Escribí varias preguntas y las practicaba con mi papá, cada día, no podía esperar”.
Valentina vive en Mount Sinai, Long Island, con su familia y heredó el “virus” del tenis por su papá Víctor Pérez, quien fue profesor en Cochabamba, Bolivia, antes de emigrar en 2007 a EEUU con su esposa Fátima Pilar e hijo recién nacido, Juan Manuel. Valentina y su hermana Sofía nacieron aquí.
“En mi casa siempre hablo español con mi papá, mi mamá, hermanos, y también con mi perro”, sonrió.
En la escuela le gusta matemáticas y leer. Dice que su jugador favorito es Taylor Fritz de EE. UU. “Lo amo, juega muy bien, siempre está contento, y el segundo es Carlitos, y después Francis Tiafoe”, expresó. De las mujeres, hincha por Coco Gauff, “es impresionante como se mueve, sus pies, siempre lista para jugar”.
La pequeña habla con una locuacidad y seguridad poco usuales en una niña de su edad. “Me gusta el tenis porque me ayuda a moverme, hacer ejercicio y amistades, es un deporte saludable, me divierto con mis amigas. Juego desde los 3 años porque mi papá jugaba mucho y gracias a él seguimos el tenis”, detalló Valentina. Entrena cinco días a la semana guiada por su papá, en la Game, Set, Match Tennis Academy de Long Island, donde Víctor Pérez es director y socio propietario. Tiene 30 años como entrenador.
Valentina quisiera ver más niñas y niños latinos en el tenis. “Creo que van más por el soccer por sus familias y por eso no se interesan por el tenis. Yo les pido que jueguen tenis, les encantará”.
Su superficie favorita es la arcilla aunque también el cemento. “Me gusta el ‘clay’ porque puedo deslizarme”, dijo.
“Amo el US Open, vengo desde chiquita, el único año que no vinimos fue cuando llegó el COVID en 2020. No pudimos venir obviamente”, dijo con seriedad. “Yo quiero ser la primera latina de Nueva York que juega el US Open”.
Sin duda, dentro o fuera de la cancha Valentina Pérez tiene un gran futuro.
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