“Conozco personalmente a muchos jóvenes en Long Island que esperaban el Dream Act en Nueva York y éste es el inicio de un cambio en sus vidas”, destacó Osman Canales, fundador y director ejecutivo de la entidad sin fines de lucro Defensores de Estudiantes Inmigrantes en Long Island (LIISA, por sus siglas en inglés) ante la reciente aprobación en la legislatura estatal de la ley que permite ayuda financiera para estudiantes indocumentados que desean asistir a una institución de educación superior.
De acuerdo con el proyecto de Ley, serían elegibles para las ayudas financieras generales los alumnos que asistieron a una escuela secundaria aprobada por el Estado de Nueva York durante 2 o más años y que solicitaron admisión a un colegio comunitario o universidad estatal dentro de los 5 años de haber recibido su diploma de secundaria.
Un logro de los jóvenes
“Es un momento bien emocionante para mí que he estado luchando desde que la ley de los soñadores (dreamers) fue introducida en el 2011”, recuerda Canales y aseguró que de no ser por la presión de los jóvenes en el estado de Nueva York y la labor de entidades comunitarias como LIISA no hubiera sido posible este logro.
“Celebro por todos los jóvenes que he conocido en Long Island, he aprendido de sus historias y lo difícil que es para ellos financiar sus estudios debido que no tienen recursos y esta Acta del Sueño les da esa oportunidad”, insistió.
Tuvieron que pasar casi 9 años para que Canales y un grupo de “soñadores” vieran un resultado positivo con la aprobación del NY Dream Act. Pero la alegría no fue solo para los estudiantes, también para profesionales como el Dr. Harold Fernández, quien desde hace algunos años contribuye con LIISA.
“Estoy muy contento porque finalmente el senado del estado de NY aprobó el Dream Act para los estudiantes, creo que es un paso muy positivo para los estudiantes que quieren ir a la universidad”, afirmó el Dr. Fernández en una conferencia que ofreció el mismo día de la aprobación.
Fernández, de origen colombiano, quien llegó de niño a EEUU, fue estudiante indocumentado, y tuvo que superar muchos desafíos para lograr su carrera de medicina en la Universidad de Princeton y Harvard, destacó la importancia de que los jóvenes que no cuentan con un estatus legal y desean ir a la universidad, nunca pierdan la esperanza de que las cosas puedan cambiar.
“Mi consejo es que se preparen, que vayan a la universidad porque ellos nunca saben cuando va a llegar la oportunidad de legalizarse y deben estar listos para poder superarse y ser profesionales. Deben seguir siempre hacia adelante y vencer todas las dificultades, es lo único que les puedo recomendar”, insistió.
Mejorar la economía local
Por su parte, Rocío Ramos, estudiante de Huntington que llegó a LIISA hace dos meses con el objetivo de ayudar a jóvenes que conoce que llegan de otros países, la aprobación del NY Dream Act será la mejor herramienta de lograr sus objetivos.
“Podría ayudar a muchos estudiantes que quieren estudiar, mejorar la vida de los que ya están aquí y mejorar la economía en muchos sentidos”, dijo Ramos
Sin embargo, para María Elena León, miembro de la junta directiva de LIISA, la propuesta de ley no beneficia a todos los estudiantes y algunos que ya se graduaron hace más de 2 años no podrán contar con este beneficio. “Es fantástico que tengamos un poquito de progreso en Nueva York aunque no abarca a todos los que necesitan”, advirtió.
- Más del Dream Act : Asambleísta Phil Ramos mantiene viva la ley de los ‘Dreamers’
