El poderoso ciclón Harvey, de categoría 2, se aproxima a la costa central de Texas bajo la amenaza de «peligro extremo» que representa la marejada ciclónica, las intensas precipitaciones que arrastra y los vientos huracanados.
Harvey mantiene todo su potencial destructor de generar acumulaciones de lluvia de hasta tres pies de altura (91 centímetros), vientos de huracán de categoría 3 (entre 178 y 208 kilómetros por hora) y marejadas ciclónicas de hasta 12 pies (3,66 metros).
Lee más: Sigue EN VIVO la trayectoria del Huracán Harvey
Un pronóstico que, alertaron los científicos del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU., con sede en Miami, apunta a Harvey como un «muy grave riesgo» y «amenaza para las vidas humanas», dijo a Efe Scott Stripling, meteorólogo de esta institución.
«La marejada ciclónica y los vientos de fuerza de huracán son nuestra mayor preocupación inicial» sobre Harvey, que, una vez que toque tierra, «durante días arrojará intensas lluvias con acumulaciones muy altas de agua a lo largo del centro y este de Texas», añadió Stripling.
Los meteorólogos del NHC prevén que Harvey se convierta en huracán de categoría 3 justo antes de tocar tierra esta noche en la costa central de Texas, en algún punto entre Port O’Connor y Matagorda Bay, una franja de unas treinta millas (48 kilómetros) al noreste de Corpus Christi.
El NHC ya advirtió hoy de las posibles «catastróficas inundaciones» que puede causar el ciclón Harvey una vez que su ojo desembarque en la costa central tejana.
Wilma fue el último huracán que golpeó territorio estadounidense como huracán mayor (categoría 3), cuando en octubre del año 2005 azotó la costa suroeste de Florida y atravesó la península, donde dejó daños por 16.800 millones de dólares y cinco víctimas mortales, para un total de 22 fallecidos.
Stripling reiteró la enorme preocupación de los meteorólogos por las «zonas críticas» de la costa de Texas más expuestas a la «marejada ciclónica con la subida del mar», lo que «exacerbará las inundaciones».
Se ha emitido una evacuación obligatoria en los siete condados de la costa de Texas desde Corpus Christi hacia el oeste hasta Galveston Island, que afecta a decenas de miles de residentes, con la advertencia de las autoridades de que «no se garantiza el rescate» de aquellos que decidan quedarse en sus hogares.
El aviso de evacuación voluntaria se concentró en las áreas de Corpus Christi y la península de Bolívar, donde su población recuerda las numerosas viviendas que fueron barridas por el huracán de categoría 2 Ike en 2008.
Ike tocó tierra sobre el extremo norte de la isla de Galveston en en la mañana del 13 de septiembre con vientos máximos de 110 millas por hora (177 kilómetros por hora) y generó devastadoras marejadas ciclónicas e inundaciones en la península de Bolívar y el oeste de Luisiana y oeste de Arkansas.
Un total de 22 personas perdieron la vida entonces y 34 fueron dadas por desaparecidas, con daños estimados en 19.300 millones de dólares.
En cuanto a Harvey, otra alarma entre los expertos es la previsión de que, tras tocar tierra, el sistema «se estanque» y quede estacionario arrojando copiosas lluvias durante días, lo que puede ocasionar graves inundaciones en Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos, y San Antonio.
Harvey mantiene en estos momentos poderosos vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y está a punto de convertirse en un huracán de categoría mayor.
En su última actualización, a las 15.00 GMT de hoy, el NHC indicó que Harvey se ubicaba a unas 100 millas (160 kilómetros) al sureste de Corpus Christi, ciudad con unos 325.000 habitantes en la costa central de Texas, y a 105 millas (170 kilómetros) al sureste de Port O’Connor, también en Texas.
Harvey se «regeneró» a partir de los remanentes de la tormenta tropical que se formó la semana pasada en aguas del Caribe y encontró en su avance numerosos factores favorables para su desarrollo, como una superficie marina de aguas cálidas, el aire calmo y la lenta velocidad de traslación.