“En el servicio militar hacemos mucho, mucho más que ir a la guerra”, nos reveló el veterano de la Marina.
“Una vez fuimos a África en una misión humanitaria para construir escuelas y campañas de vacunación y darles vitaminas a los niños desnutridos. Fue una experiencia muy triste pero también reconfortante, porque estamos haciendo algo importante”, explicó. “Otra vez íbamos en el Mediterráneo y cerca de nuestro barco pasó una balsa con muchos hombres, mujeres y niños africanos que iban a cruzar a Europa, y nosotros los rescatamos en alta mar y les dimos servicio médico, comida y agua a todos hasta que los llevamos a un puerto seguro”.
Originario de la República Dominicana y graduado de la universidad con un título en Ciencias Políticas, Jhonson Morillo se alistó en la Marina de los EE. UU., como una forma de agradecerle a este país, la oportunidad de luchar por el sueño americano.
“Yo pensé que servir al país a través de una de las ramas militares es la forma de contribuir a la apertura que tuvieron con nosotros; y así decidí entrar a la Naval americana”, dijo el oficial retirado, quien acaba de celebrar su cumpleaños número 42 justo el día anterior al Día de los Veteranos (el 10 de noviembre).
Jhonson, a quien le tocó vivir en el extranjero en Nápoles, Sicilia, España, Irak, Qatar, entre muchos otros destinos remotos a bordo de un barco LSD y trabajando en la cubierta de aire en helicópteros, aviones y aviones bombarderos, asegura que “la disciplina y el patriotismo de servir al país y defender la democracia y libertad es básicamente los mayores valores que te inculcan a nivel general, y a nivel personal, la disciplina y la superación”.
Después de cinco años de servicio en la Marina, Jhonson ha sabido transferir esa experiencia militar a su vida como civil en Brooklyn.
Nuevas oportunidades a pesar de los retos
Jhonson no solo es veterano de la Marina de los EE. UU., también lo es, del equipo del restaurante Chipotle, en Nueva York.
“Uno de los mayores retos de los veteranos es como integrarse otra vez a la vida civil y aprovechar los beneficios que tiene el sistema para obtener trabajos adecuados y decentes”, expresó, sin olvidarse que gran parte del reto para los veteranos es conseguir ayuda psicológica.
“Muchos de nuestros veteranos necesitan ayuda psicológica y debemos saber cómo buscar esos beneficios, no solamente del estado u organizaciones sin fines de lucro, también de las empresas”, indicó.
Precisamente, Chipotle Mexican Grill recientemente anunció que proporcionará acceso a atención médica mental y bienestar financiero a más de 80,000 empleados en 2020 a través de Programas de Asistencia al Empleado y ofertas de beneficios mejorados.
Todos los asociados de Chipotle y sus familiares tendrán la oportunidad de recibir asistencia personalizada de expertos en atención médica independientemente de si están inscritos en el plan médico de la compañía. La salud mental y el apoyo emocional también se extenderán a todos los empleados y sus familiares a través de visitas en persona, por teléfono o virtuales con un consejero calificado.
Chipotle también anunció que brindará la oportunidad a todos los empleados elegibles, de obtener un título universitario ‘sin deuda’ a través de una expansión del programa de beneficios Chipotle Cultivate Education, que reembolsa al empleado los costos de matrícula. Los trabajadores calificados también pueden aprovechar acceso a la atención médica; descuentos de acondicionamiento físico; y clases gratuitas de inglés como segundo idioma y GED para empleados y familiares.
Choque cultural
“También hay mucha gente que cuando recién llega al país tiene un choque cultural porque no domina el idioma, no domina la cultura y no se integra tan fácilmente”, dijo al recordar su poco dominio del inglés antes de entrar a la cadena de restaurantes. “Con los beneficios que tiene Chipotle, va a ayudar mucho a adaptarse y superar ese choque cultural, porque también tenemos un programa donde les pagamos las clases de inglés como segunda lengua. Es un programa del que yo me beneficie muchísimo y eso me ayudó mucho a superarme”.
Cuando no está trabajando, Jhonson viaja a la República Dominicana a visitar a sus abuelos que viven en la isla, en donde posee una casa y una granja donde cultiva plátanos verdes, pitayos y limas. La tilapia es lo siguiente en la lista para crecer en la granja. Cuando se retire, le gustaría abrir su propio restaurante.