Por estos días previos a la definición de los cuatro cupos directos de Sudamérica al Mundial de Rusia-2018 y de uno a la repesca contra Nueva Zelanda, las selecciones de Argentina y Perú protagonizan “un toma y daca” especial por el escenario en el que jugarán el 5 de octubre en la penúltima fecha de las eliminatorias.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) eligió para recibir al sorprendente equipo peruano: la mítica casa del Boca Juniors, el estadio la Bombonera, una decisión que no satisfizo a sus rivales de la “Blanquirroja”.
Aunque la sede natural de Argentina es el Monumental de River Plate, los albicelestes solo han ganado allí uno de los cuatro encuentros que han disputado de la actual eliminatoria, por lo que las cábalas y los agoreros indican que lo mejor es cambiar de cancha.
El recinto de Boca no tiene pista atlética y los espectadores quedan mucho más cerca de los jugadores, lo que para los gauchos es muy importante por la presión que puedan generar en los visitantes.
Perú y Argentina se encuentran en los puestos cuarto y quinto de la tabla para Rusia-2018, ambas con 24 puntos, por lo que este duelo será determinante para la obtención del cupo mundialista.
Café Amargo
Más allá de las ventajas o desventajas que pueda dar la Bombonera, no se ve nada de peso para creer que, en condiciones similares, un equipo pueda jugar mejor en un estadio que en otro o que un estadio tenga la «suerte» y otro no.
Elegida la Bombonera, vale analizar los antecedentes de la “Albiceleste” en dicho escenario. La última vez que Argentina jugó un partido oficial en la cancha de Boca fue hace 19 años: el 16 de noviembre de 1997.
Ese día los argentinos querían vengar el 0-5 que les propinó Colombia en la cancha de River en las eliminatorias a Estados Unidos ’94. Por eso no se jugó en el Monumental.
Sin embargo, los argentinos empezaron perdiendo con un gol de Carlos ‘el Pibe’ Valderrama, precisamente el gran símbolo del 5-0, y solo alcanzaron a empatar 1-1 a los “Cafeteros”. La Bombonera no aseguró el triunfo.
Lloran por Cachito
En el mismo escenario, la Bombonera, el 31 de agosto de 1969, la selección Argentina debía vencer a la de Perú para clasificarse al Mundial de México ’70, pero empató 2-2 y quedó eliminada.
Esta ha sido la única vez que Argentina no logró el boleto a una Copa del Mundo, pues en las otras ediciones a las que no acudió -1938, 1950 y 1954- declinó por decisión propia.
Aquel 31 de agosto, la Bombonera estaba a reventar pero ni la presión ni la cercanía del público evitaron los dos goles del peruano Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez con los que la selección inca empató y privó a Argentina de jugar en México ’70.
Esta vez, para el crucial enfrentamiento del 5 de octubre, ‘Cachito’ será el invitado especial de los peruanos a la Bombonera, el imán con el que aguardan repetir la historia.
Por ‘el Bombonerazo’
Los agoreros argentinos también tienen material para la posteridad cuando se refieren a las eliminatorias del Mundial de México ’86, que marca el opuesto, que es como el paso del infierno al cielo.
Aquella vez, Argentina se midió en la última fecha de nuevo a Perú, al mismo verdugo de 16 años atrás, al que en la cancha era como enfrentar a todos los demonios juntos.
El partido se disputó en el Monumental el domingo 30 de junio de 1985 y a la “Albiceleste” le bastaba el empate para sellar su pasaporte a México. Perú ganaba por 1-2 y el drama se había apoderado del escenario. Parecía que la historia de 1969 iba a repetirse.
Sin embargo, en el minuto 80 el miedo le dio paso al júbilo argentino tras el gol del 2-2, anotado por el entonces delantero Ricardo Gareca, quien había entrado a jugar 20 minutos antes por el rudo defensor Julián Camino.
Este gol sepultó las opciones de Perú y confirmó el cupo de Argentina, que un año más tarde, de la mano de Diego Maradona, sería por segunda y última vez hasta ahora campeón del mundo en el país a donde 16 años antes no pudo asistir.
Las cábalas están ahí, para bien o para mal. Ahora, el mismo hombre que sentenció la eliminación peruana a México ’86, Ricardo Gareca, es quien vestido de seleccionador peruano encarna la más grande esperanza inca de volver a un Mundial después de 35 años.
¿Tendrá Gareca otra vez la varita mágica, aunque ahora para beneficio de Perú? ¿Será el verdugo albiceleste? ¿La Bombonera volverá a ser el escenario de una tragedia futbolística para los argentinos y de una fiesta inolvidable para los incas?.
Todo se responderá el 5 de octubre, algunos supersticiosos esperarán el triunfo albiceleste o los peruanos comenzarán a hablar de ‘el Bombonerazo’.