La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, acompañó al gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, durante la firma de una ley que impide que una persona que sea considerada una amenaza pueda poseer o comprar un arma de fuego.
Se trata de la primera de ley de este tipo en la nación, que permitirá que maestros o administradores de una escuela o familiares que crean que un estudiante o pariente representa un peligro puedan acudir ante un juez para pedir una intervención del tribunal y evitar así una tragedia.
La nueva ley, llamada «Red Flag Bill» (Señal de Alarma) permitirá al tribunal emitir una orden para confiscar armas de fuego a la persona que exhiba señales de conducta violenta.
«Es una ley atrevida, de amplio alcance, con soluciones sólidas y amplias para salvar vidas y poner fin a la crisis sin sentido de la violencia de las armas de fuego», dijo Pelosi durante el acto en Nueva York. «La violencia de las armas es una epidemia de salud en nuestra nación», afirmó.
Víctimas de los Tiroteos
Al evento asistieron padres que perdieron sus hijos en tiroteos de la escuela elemental Sandy Hook en Newtown (Connecticut) el 14 de diciembre del 2012, donde murieron 20 niños y seis adultos, así como en la secundaria Marjory Stoneman Douglas (Florida) el 14 de febrero de 2018, donde perdieron la vida 14 estudiantes y tres maestros, efectuado por Nikolas Cruz, de 18 años.
El tiroteo en Sandy Hook, cometido por Adam Lanza, de 20 años, con problemas de salud mental, en uno de los peores de la historia de EE.UU. Antes de ir a la escuela Lanza disparó a su madre mientras dormía.
«Nosotros empoderamos a maestros de escuela pero no dándoles un arma, que es la idea del presidente», dijo Cuomo al catalogar de «ridícula» y «sin sentido» la propuesta del mandatario Donald Trump, hecha luego de la tragedia de la escuela Douglas.
«Arma y empodera a los maestros con la ley», afirmó el gobernador, quien destacó que en EE.UU. muere más gente por armas de fuego que en la mayoría de las naciones más desarrolladas.
Afirmó que durante el primer año de la Administración del presidente Trump, 40.000 personas perdieron la vida por armas de fuego, la cifra más alta en cincuenta años.
Recordó que en 2013, tras la tragedia de Connecticut, Nueva York fue el primer estado en aprobar las normas más duras sobre posesión de armas de fuego centradas en las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad.
El gobernador afirmó además que la nueva ley provee todas las garantías procesales para garantizar que ningún arma será retirada sin el debido proceso legal mientras asegura que tragedias como las de la escuela de Florida no se repitan.
Más de la mitad de los autores de tiroteos masivos muestran señales de alerta antes de los tiroteos, de acuerdo con recientes análisis, agregó Cuomo y aseguró que una orden de protección hubiera evitado las muertes.
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