La selección de Estados Unidos de baloncesto se coronó campeona de la Copa América tras vencer por 81-76 al anfitrión Argentina en la final disputada en el estadio Orfeo de la ciudad de Córdoba.
En un duelo de invictos, EEUU hizo valer su mayor poderío físico y experiencia para lograr su séptima corona continental y repetir el título logrado en 1992, 1993, 1997, 1999, 2003 y 2007.
En tanto, Argentina se quedó sin la posibilidad de poder sumar su tercera corona para añadirla a las logradas también de local en 2001 y 2011.
En este novedoso sistema de disputa, implementado por primera vez, que incluyó tres cuadrangulares en Medellín, Montevideo y Bahía Blanca, desembarcó en esta finalísima que reunió a los dos mejores equipos.
La experiencia y contextura física de EE.UU. fue superior a la frescura, juventud y renovación del local, que además no pudo contar por lesión con su capitán y emblema Luis Scola.
Sin embargo, Argentina alentada en gran forma por su público, empezó decidido a ser el campeón y con un juego consistente en defensa y ataque le pasó por encima a EE.UU. en el primer cuarto y dejó en el tablero 22 puntos contra 15.
El escolta Nicolás Brussino fue determinante en la primera mitad del partido para los argentinos ya que al cabo del segundo periodo se erigió en el jugador de más puntos (12), rebotes (5) y asistencias (4) para el bando anfitrión, que ganaba por 42 a 27.
Sin embargo, en el tercer periodo apareció toda la dimensión de EE.UU. El pívot Jameel Warney, elegido como el jugador más valioso del certamen, destapó las esencias de su gran calidad y lideró la remontada norteamericana con 15 puntos hasta el tercer cuarto, para que el equipo marcara 23 tantos, 9 más que los argentinos.
El alero Darren Hilliard II también exhibió sus capacidades y fue el otro jugador clave en ese momento del partido para los estadounidenses. Con 7 minutos y 43 segundos por disputarse el partido se igualó a 58 puntos, lo que llevó al quinteto norteamericano a seguir de largo y pasar a ganar por 63-61 a 6 minutos del final.
El juego entró enseguida un lapso de emotividad y nerviosismo, Brussino y Facundo Campazzo hicieron gala de su mejor repertorio e intentaron devolver la alegría a los argentinos con cestas de tres puntos que a 17 segundos del final dejaron el 78-76 en el tablero.
Pero Estados Unidos tuvo raza para manejar la exigua ventaja hasta el final, ganó el partido por 81-76 y celebró el título de campeón, el séptimo de su historial en la Copa América.
En tanto, la selección mexicana se quedó con el último cajón del podio tras vencer a la de Islas Vírgenes por 65-79 en el primer turno del domingo en el estado Orfeo de Córdoba.