Las protestas de este fin de semana por el asesinato de George Floyd en Minneapolis a principios de la semana pasada volvieron caóticas a varias zonas de la ciudad de Nueva York.
Protestantes han provocado incendios, vandalizado vehículos policiales y negocios en su camino, con numerosos enfrentamientos entre individuos y policías.
Las protestas del sábado, 30 de mayo, comenzaron de manera pacífica, no obstante, al igual que el viernes anterior, al anochecer, la tensión aumentó, y con ello, el desorden.
A raíz de las manifestaciones en toda la ciudad, algunos funcionarios públicos se apresuraron a exigir reformas.
“Instamos a la no violencia para los protestantes. Siempre”, tuiteó el presidente del Concejo Municipal, Corey Johnson. “Pero exigimos mejoría de la policía de Nueva York. Demasiados casos de escalamiento en lugar de declive. Demasiada fuerza bruta. Estoy desconsolado por la ciudad de Nueva York en este momento. Nuestra ciudad merece algo mejor».
Estos eventos ocurrieron el mismo día en que el alcalde Bill de Blasio y el comisionado de policía Dermot Shea condenaron el caos frente al Centro Barclays en Brooklyn la noche anterior, viernes, y reconocieron que «tenemos mucho más que hacer» para reformar a la policía.