El pasado 5 de octubre fue el último día para renovar el alivio migratorio temporal conocido como DACA, cuya renovación durará por tan solo 2 años dejando luego en la oscuridad de un futuro incierto a más de 800,000 estudiantes en los Estados Unidos.
Por esta razón los jóvenes que tienen esta acción diferida DACA (Deffered Action for Childhood Arrivals) y los jóvenes “Soñadores” (“Dreamers”) junto a organizaciones comunitarias como Make The Road, se han levantado en una sola voz exigiendo al gobierno que les conceda un status legal en el país. Ante esta situación surgen muchas interrogantes.
¿Qué va a pasar con ellos? ¿Quedarán ilegales después de que pasen los 2 años de la renovación de DACA?. Son tantas las preguntas e incertidumbres que no sabemos qué va a suceder con estos muchachos inmigrantes que aun así mantienen una historia personal de lucha constante, levantándose como guerreros y líderes para abogar por ellos y por otros inmigrantes que afrontan el mismo temor: quedarse sin nada y ser deportados de un país al que consideran suyo.
Víctima de Crimen
Así es el caso del guatemalteco Walter Barrientos, de 33 años, presidente de la organización sin fines de lucro Make The Road (Haciendo Camino). Él llegó a Long Island a los 13 años de edad y vivió siempre en Amityville, una villa ubicada en el condado de Suffolk. Fue uno de los fundadores de New York State Youth Leadership Council (Consejo de Liderazgo Juvenil del Estado de Nueva York) y así empezó a involucrarse con la comunidad.
“Yo obtuve mi status legal es este país porque fui víctima de un crimen muy violento hacia mi persona, si no yo estuviera aquí como los muchachos con DACA o los Dreamers”, comenta Barrientos para luego explicar la diferencia entre los términos DACA y Dreamers.
“DACA fue una orden ejecutiva a discreción del pasado presidente Barack Obama. No es una ley permanente por eso el presidente Donal Trump la quitó. En la otra mano tenemos a los Dreamers ó Soñadores persiguiendo el Dream Act (Acta del Sueño), una propuesta de ley que tiene que ser aprobada por el Congreso para que sea permanente, y que no sea a discreción de ningún presidente o de una administración o de los agentes de inmigración”, indica.
Cabe precisar que el Dream Act es una propuesta más inclusiva para la mayoría de jóvenes que llegaron a EEUU antes desde los 15 años quienes podrían ser legalizados y tener un camino hacia la ciudadanía de manera permanente.
Al Punto Cero
También tenemos la historia de la ecuatoriana Eliana Fernández (29) quien está haciendo un postgrado en leyes. “Me siento como en un sube y baja de emociones, como activista y portadora de DACA siento que ha sido un momento muy crítico, hemos tratado de impulsar una legislación, ya hemos hecho muchas demostraciones.
La forma en que los legisladores y congresistas nos pueden ayudar es pidiendo que pasen una ley bipartidista para proteger a un millón de personas”, afirma. “Estamos en un tiempo crucial y lo que debemos de hacer es unirnos más que nunca, sino los jóvenes que tienen DACA volverían al punto cero, tenemos que exigir un Dream Act limpio.
Lo que quiero decir es que no deseo que nos usen como una ficha, ya que siempre quieren algo a cambio antes de legalizarnos, los estudiantes legales impactan de manera positiva a personas de su distrito”, enfatiza Eliana.
Incierto Porvenir
A su vez, la mexicana Dulce Hernández (18), estudiante y madre de familia que vive en Westburry, llegó a los Estados Unidos a los 3 años de edad, tiene toda una vida en este país y ahora es mamá de una niña estadounidense de dos añitos.
“Me siento muy preocupada ya que mi hija depende de mí, yo tengo sueños, ya voy entrar a la universidad, quiero ser enfermera o policía. En verdad quiero un mejor futuro para mí y mi hija”, sostiene.
“A pesar de que mi DACA no ha expirado mi futuro está incierto” confesó temerosa Hernández que también le pide al Congreso que pasen el Dream Act, porque “entre más personas hay con una educación de universidad es menos carga para este gobierno”.
Caminata por un Sueño El pasado jueves 19 de octubre los miembros de Make The Road caminaron 12 millas desde Brentwood hasta Massapequa en donde se encuentran las oficinas del congresista Peter King, pidiéndole que actúe a favor del Dream Act.
“Hay 1900 estudiantes que están perdiendo el permiso de trabajo, Peter King tiene el mayor número de estudiantes con DACA en su distrito por eso exigimos liderazgo y un apoyo inmediato por parte de él, porque es ofensivo que nos siga ignorando.
Y no solo está King, podemos mencionar al congresista de Staten Island, Dan Donovan”, añadió Walter Barrientos. “Yo estuve en esa caminata por mí pero sobre todo por mi hermano Dircieu Hernández, quien acaba de aplicar para DACA y no calificó, ya fue demasiado tarde para él que ahora anda sin un número de seguro social, sólo tiene 16 años, es estudiante y nunca ha tenido problemas con la justicia”, declaró Dulce Hernández.