Tras la captura de dos fugitivos buscados en Florida en el refugio para migrantes Creedmoor, los funcionarios electos reavivaron las demandas para cerrar el Centro de Respuesta y Alivio Humanitario de Emergencia (HERRC) debido a preocupaciones de seguridad.
En una conferencia de prensa el viernes por la tarde, políticos a nivel de la ciudad y del estado expresaron que, al menos, les gustaría ver medidas de seguridad incrementadas, como la instalación de detectores de metales y la aplicación de verificaciones de antecedentes. Expresaron su enojo y preocupación porque no se implementaron medidas para evitar que dos migrantes que habían estado prófugos durante casi un mes ingresaran con un arma a lo que se ha denominado «la ciudad de tiendas de campaña».
Los funcionarios electos se unieron a líderes comunitarios cerca del sitio en Queens Village unas horas después de conocer la noticia de los arrestos. Dijeron que los funcionarios de la ciudad a cargo de operar el refugio no los habían informado del incidente antes de eso.
“Estoy enojado hoy. Estoy enojado porque los funcionarios electos de la zona tuvieron que enterarse de este incidente por el periódico”, dijo el miembro de la Asamblea Estatal Edward Braunstein, quien representa el campus de Creedmoor.
Braunstein agregó que durante las inspecciones del sitio cuando abrió el año pasado, se les aseguró a los funcionarios locales por parte de la oficina del alcalde que los nuevos residentes serían sometidos a una verificación de antecedentes antes de mudarse. Pero más recientemente, los funcionarios electos de la zona supieron que los operadores del refugio no tienen acceso a registros criminales federales y de otros estados.
Los dos hermanos migrantes, en sus treintas, estuvieron involucrados en un tiroteo casi mortal en Orlando el mes pasado, lo que llevó a la policía de Florida a emitir una orden de arresto el 16 de septiembre. Fuentes policiales dicen que los sospechosos se ocultaban en los cinco distritos antes de ingresar al sistema de refugios y fueron localizados por los alguaciles de EE. UU.
Más tarde, fueron interrogados en el 105º Precinto en Queens Village el jueves 4 de octubre.
“Esto enfatiza lo que hemos estado diciendo desde el principio. Este nunca fue un buen lugar para tener la ciudad de tiendas de campaña del HERRC”, dijo la concejal Linda Lee.
El sitio, que alberga a 1,000 hombres solicitantes de asilo, ha enfrentado oposición de la comunidad desde su apertura. Muchos creen que el sitio es inadecuado para un refugio, dada su ubicación residencial y su proximidad a una escuela y un centro para personas mayores.
Lee señaló que la presencia de la instalación ha reducido la calidad de vida de los residentes existentes y está presionando a los precintos policiales locales. Dado las limitadas opciones de transporte público en el área, ella argumenta que tampoco es un buen lugar para los migrantes.
Aunque dijeron que quieren que el campus de Creedmoor deje de albergar migrantes “lo antes posible”, el viernes presionaron para que se instalaran detectores de metales hasta que la ciudad tome medidas. Muchos otros refugios en toda la ciudad, particularmente aquellos que albergan mujeres y niños, ya tienen detectores de metales instalados.
La senadora estatal Stavisky dijo que le informaron que las medidas de seguridad adicionales no se habían instalado en este lugar específico porque la ciudad no las autorizó.
“Pensé que estábamos avanzando, pero ¿quién sabía que no había detectores de metales aquí?”, dijo Stavisky el viernes. “Los arrestos en el refugio HERRC representan un profundo fracaso de los funcionarios de la ciudad en varios frentes”.
Los dos individuos, originarios de Cuba, estaban buscados por intento de asesinato. Jaroscar Chavez Silva fue acusado de dos cargos de posesión criminal de un arma en cuarto grado y se espera que sea procesado en el Tribunal Penal de Queens. Su hermano, Roshiel Chavez Silva, no enfrenta cargos en Nueva York, pero fue entregado a las autoridades federales para su extradición a Florida.
No está claro cuánto tiempo permanecieron en el sitio de Creedmoor antes de que los alguaciles los localizaran, pero los funcionarios creen que nunca debieron haber podido ingresar a la instalación en primer lugar.
“No debería ser tan complicado consultar una base de datos para averiguar si alguien tiene órdenes de arresto pendientes en otros estados”, dijo Braunstein.
Uniéndose a las demandas de detectores de metales, Braunstein agregó que quiere ver una línea de tiempo sobre cuándo se desmontarán las carpas. Y cuando “los números disminuyan, lo cual esperamos que suceda”, refiriéndose al número de migrantes, cree que Creedmoor debería ser uno de los primeros sitios en ser desmantelados.
“Como dijimos desde el principio, este no es el lugar adecuado para tener 1200 hombres solteros sin conexión con la comunidad”, agregó Braunstein.
Hicieron un llamado a los funcionarios de la ciudad para que evalúen la situación e instalen medidas de seguridad mientras se comunican con los funcionarios electos locales. Pero en medio de las controversias en el Ayuntamiento, se preguntaron si sería posible.
“Esta es una situación en curso de la que estamos descubriendo más información, pero claramente, necesita haber alguna evaluación en términos del proceso y cómo sucedió esto en primer lugar”, dijo Lee.
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