El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, advirtió que irá a los tribunales luego de que el presidente Donald Trump acabase con el programa DACA, que ha protegido de la deportación a 800.000 jóvenes indocumentados.
«Nueva York no va a demonizar la diversidad. No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras 42.000 neoyorquinos son deportados. Si el presidente Trump rescinde DACA, iremos a los tribunales», dijo Cuomo a través de su cuenta oficial de Twitter.
Por su parte, el fiscal general del estado de Nueva York, Eric Scheneiderman, dijo su oficina tampoco se quedará de brazos cruzados porque hay más de 40.000 neoyorquinos protegidos por el programa DACA que pagan más de 140 millones de dólares en impuestos.
«Se han ganado el derecho de quedarse en el único hogar que han conocido», afirmó en un comunicado el fiscal Schneiderman, para quien los planes del presidente Trump de poner fin al programa DACA sería «cruel, innecesaria y devastadora».
«El poema al pie de la Estatua de la Libertad -escrito por un descendiente de los primeros inmigrantes judíos- promete que esta nación ‘levantará su lámpara’ para las masas acurrucadas. Nueva York nunca romperá esa promesa. Tampoco lo hará mi oficina», añadió.
La Casa Blanca anunció hoy el fin del plan conocido como DACA, promulgado en 2012 por el anterior presidente, Barack Obama, aunque la suspensión se demorará seis meses para que el Congreso busque una alternativa.
La cadena conservadora Fox ya anticipó la semana pasada el fin de DACA y el portal Politico fue el primero en informar de ese plazo de seis meses que prevé dar Trump al Congreso para negociar y aprobar una alternativa legislativa para los beneficiarios del programa.
El anuncio se produjo hoy durante una rueda de prensa del fiscal general, Jeff Sessions, uno de los miembros del Gobierno de Trump con posiciones más duras en inmigración.
Durante la campaña electoral, Trump prometió que acabaría con DACA, aunque posteriormente reconoció que era «uno de los temas más difíciles» a los que tenía que hacer frente durante su Presidencia y aseguró que lo encararía «con corazón», sin dar más detalles.
El programa DACA fue promulgado por el presidente Obama en 2012 y gracias a él unos 800.000 jóvenes indocumentados han podido frenar su expulsión del país, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.