El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció que su despacho está dispuesto a proveerle representación legal gratuita al ciudadano ecuatoriano arrestado la semana pasada en una base militar a la que acudió a entregar un pedido de pizzas y que está en riesgo de ser deportado.
La detención de Pablo Villavicencio cuando entregaba pizzas en la base militar de Fort Hamilton, en Brooklyn, «va en contra de todo lo que creemos», señaló Cuomo en una declaración difundida por su despacho.
«Nueva York está dispuesta a proveerle a Villavicencio y su familia representación legal gratuita y servicios a través del Proyecto de Defensa de la Libertad», anunció el gobernador.
Destacó que ese proyecto, el primero estatal de ese tipo, busca «ayudar a los inmigrantes, independientemente de su estado, a obtener acceso a servicios legales».
Cuomo advirtió que una política de migración «basada en prejuicios y crueldad» no hace más grande a Estados Unidos, como tampoco detener a un hombre trabajador, separarlo de sus hijas y destrozar las comunidades.
«Frente al asalto del gobierno federal contra los inmigrantes, protegeremos nuestros valores y lucharemos por los derechos de todos los neoyorquinos», sentenció.
I stand with Sandra Chico and her husband Pablo Villavicencio. Pablo was torn from his family, while trying to provide for them, by Trump’s rogue immigration agents because he didn’t have a driver’s license. #GreenlightNYhttps://t.co/5IW2jdyo6T
— Cynthia Nixon (@CynthiaNixon) 7 de junio de 2018
‘No me dejen deportar’
En declaraciones a la cadena Telemundo, Villavicencio, quien permanece en el centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el condado Hudson, en Nueva Jersey, descartó haber autorizado al personal militar a que indagara sobre su estatus migratorio.
Además, pidió a quienes se han movilizado para solicitar su liberación y evitar que sea deportado que «no desmayen».
«No me dejen deportar, que no me dejen separar de mi familia, que yo necesito estar al lado de mis hijas», afirmó Villavicencio, de 32 años, quien llegó a Estados Unidos en 2008 y solicitó le otorgaran un asilo político que le fue negado en el 2010.
Posteriormente, conoció a su esposa, Sandra Chica, de origen colombiano y ciudadana estadounidense, con quien tiene dos pequeñas de 3 y 4 años, y en febrero pasado presentó su petición de residencia.
«Exigimos la liberación inmediata de Pablo Villavicencio Calderón. Entregar pizzas no es una amenaza a la seguridad pública. Esta ciudad de inmigrantes por excelencia está lista para ayudarle a él y su familia en todo lo que podamos». @NYCMayor de Blasio. @NYCImmigrants
— Ciudad de Nueva York (@nycgob) 7 de junio de 2018
El gerente de la pizzería «Nonna Delia’s» donde trabajaba el extranjero, quien declinó dar su nombre, dijo al New York Post que el guardia que detuvo inicialmente a Villavicencio tenía algo en su contra.
«Él le tenía ganas, de esto trata todo el asunto», afirmó el gerente, quien describió a Villavicencio como una gran persona, respetuoso y trabajador, y consideró «terrible» lo ocurrido, especialmente para su familia.
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