Unos se abrazan, otros saltan, muchos lloran y el resto goza de felicidad; todo esto ocurre cuando se infla la malla y se grita gol. Son innumerables las reacciones que expresan los aficionados al fútbol cada vez que su selección anota el anhelado tanto.
La Copa del Mundo de Rusia 2018 llegó a su fin coronando a Francia como el mejor (nuevamente), un equipo lleno de inmigrantes que unió a su país y que hoy celebra en grande en todo el planeta.
Cuatro selecciones europeas llegaban a las semifinales, dos sabían lo que era alzar la Copa (Francia e Inglaterra) y las otras dos unas gratas revelaciones por su balompié vistoso rápido y contundente (Croacia y Bélgica).
Los hinchas acompañaron a sus equipos en la «Gran Manzana» y vibraron en cada uno de los encuentros, por supuesto los más felices los campeones franceses. ¡Vive la France!
¡Vibra el Rockefeller Center!
La gran final se vivió con júbilo y alegría en un lugar épico de Nueva York, el Rockefeller Center, epicentro donde fanáticos de cualquier parte del mundo llegaron a disfrutar los últimos 90 minutos de Rusia 2018.
Bélgica en el podio
Los aficionados belgas celebraron las jugadas y goles de Eden Hazard, proclamado «Balón de Plata» por su excelente Mundial. El tercer puesto de la selección de Bélgica fue un premio al gran trabajo que hicieron en la cancha durante siete partidos.
Inglaterra tiene futuro
Inglaterra alcanzó nuevamente las semifinales, la última ocasión había sido en Italia 90. Los apasionados hinchas ingleses demostraron que siempre están con su selección y festejaron eufóricos cada gol de su máxima estrella, Harry Kane, el artillero del campeonato.
Campeón de la gente
Croacia sin lugar a dudas fue la revelación del Mundial 2018. Sus destacadas actuaciones, el amor propio y la fortaleza de sus futbolistas la convirtieron en el «Campeón de la gente». Además, el mejor jugador del certamen fue su capitán Luka Modric.
Les Bleus en la gloria
Francia el gran campeón, un equipo con muchas figuras y una joven promesa que se convirtió en realidad, Kylian Mbappe, que con tan solo 19 años alcanzó el máximo sueño de cada futbolista: ganar la Copa Mundo. Inmigrante de descendencia argelina y camerunesa defendió los colores de la bandera francesa y los llevó a conquistar el título de Rusia 2018.
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