Al menos tres temas económicos plantean preguntas al comienzo de este nuevo año 2019. ¿Hacia dónde van la economía de los Estados Unidos, la economía de China y el comercio internacional?
La economía estadounidense cerró 2018 con 3 por ciento de crecimiento, baja inflación y el desempleo en 3.9 por
ciento, el más bajo en cincuenta años. A pesar de este fuerte desempeño, durante el último trimestre del año pasado, los mercados perdieron todas las ganancias de 2018 y por ende disminuyeron la confianza y el optimismo, mientras que aumentó la expectativa de una recesión entre líderes empresariales y economistas.
Con el nuevo año, varios gobernadores del banco central dijeron que podían tener paciencia y los mercados respondieron con tres semanas consecutivas de ganancias.
La pregunta es si continuará la expansión económica en Estados Unidos.
La desaceleración de la economía de China ya está impactando el desempeño de aquellas economías para las cuales China es su principal mercado de exportación, tales como algunas economías suramericanas, Alemania y la mayoría de mercados de materias primas.
Otra pregunta importante es si la desaceleración en China continuará sin sobresaltos hacia un aterrizaje suave.
Finalmente, las medidas proteccionistas que emanan desde la Casa Blanca, en el segundo año del mando del republicano Donald Trump, están amenazando el futuro del comercio internacional, el cual disminuyó por segundo año consecutivo.
Por ende, el Fondo Monetario Internacional revisó hacia abajo las proyecciones del crecimiento mundial para 2019 y 2020, a 3.5 y 3.6 por ciento respectivamente, “reflejando primordialmente las tensiones comerciales y la apertura de las condiciones financieras”.
La gran pregunta que deberíamos hacernos es ¿cuán lejos llegará el debilitamiento de la expansión económica mundial?
– Colaboración editorial especial del economista Isaac Cohen.