Juan Antonio «Tony» Hernández, exdiputado y hermano del actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido declarado culpable de los cargos de narcotráfico, porte y uso de armas y mentir a las autoridades por un jurado de la corte federal del distrito sur de Nueva York.
El proceso contra Tony Hernández, que comenzó el pasado 2 de octubre, concluyó así este viernes a la espera de que la condena que comporte este veredicto sea dada a conocer el próximo 17 de enero, según informó el juez.
Estos son los principales protagonistas de un caso en el que la Fiscalía no ha dudado en describir a Honduras como un «narco-estado»:
– Juan Antonio Hernández:
41 años, es hermano del presidente de Honduras y fue diputado en el Congreso hondureño entre 2014 y 2018. Fue detenido el 23 de noviembre en el aeropuerto de Miami acusado de traficar cocaína con destino a EE.UU., posesión de armas y mentir a las autoridades estadounidenses. El juicio arrancó el pasado 2 de octubre en el Tribunal Federal del Sur de Nueva York.
– Juan Orlando Hernández:
Mandatario de Honduras desde 2014, presidente del Congreso entre 2010 y 2014 y diputado desde 1998. Ha sido el acusado ausente del proceso, en el que la Fiscalía lo ha señalado como «coconspirador» y lo ha vinculado en varias ocasiones con el narcotráfico.
Entre estas acusaciones, apoyadas por los testimonios de varios narcotraficantes que colaboran con los abogados del Estado, está la financiación ilegal de campañas políticas para él y para su alianza política el Partido Nacional.
El pago más importante sacado a relucir durante el proceso alcanzó la suma de un millón de dólares y fue realizado por el líder del cartel de Sinaloa, el mexicano Joaquín «el Chapo» Guzmán en 2013, a través de su hermano «Tony» Hernández.
– Porfirio Lobo:
Presidente de Honduras entre 2010 y 2014. Ha sido señalado durante el juicio tanto por recibir supuestamente dinero del narcotráfico para financiar sus campañas, como por enviar un destacamento militar de 140 soldados en 2012 a la región hondureña de Copán para proteger a los narcos locales del traficante guatemalteco Jairo Orellana.
Los testigos son:
– Víctor Hugo Díaz Morales (Alias «El Rojo»):
Lleva 17 meses en prisión en Estados Unidos después de entregarse, declararse culpable de narcotráfico y alcanzar un pacto con la Fiscalía para testificar en el proceso.
Confesó haber estado involucrado en 18 asesinatos y dijo haber traficado 140 toneladas de cocaína desde Honduras a Guatemala con la ayuda de «Tony» Hernández, quien reconoció en un interrogatorio con la DEA haber recibido un reloj valorado en 4.000 dólares del Rojo.
– Alexander Ardón:
Narcotraficante y alcalde del municipio de El Paraíso en la región hondureña de Copán entre los años 2000 y 2014.
Según su testimonio, dejó la Alcaldía por orden del presidente de Honduras después de que este se quejara por la aparición de informaciones en medios que lo vinculaban con el narcotráfico.
También se entregó a la justicia estadounidense en marzo de este año y se declaró culpable de narcotráfico y de haber estado involucrado en 56 asesinatos, en dos de los cuales también involucró a «Tony» Hernández y en uno de ellos al exjefe de la Policía Juan Carlos «el Tigre» Bonilla.
– Devis Leonel Rivera Maradiaga:
Exlíder del cartel hondureño de los Cachiros. Otro de los testigos de la Fiscalía. Detenido en EE.UU. desde 2015, confesó haber grabado una reunión con «Tony» Hernández en febrero de 2014 cuando ya cooperaba con la DEA. También aseguró haber realizado el pago de sobornos al acusado y a su hermano, así como a jueces, militares, policías y otros políticos, como el actual ministro de Seguridad hondureño, Julián Pacheco Tinoco.