Encarnación Reyes, alias “Chon”, residente de Long Island, ha sido acusado de liderar una importante operación de tráfico de cocaína, así lo anunció el fiscal de distrito del condado de Suffolk, Timothy D. Sini, en conjunto con la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), la Policía del Estado de Nueva York, el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) y el Departamento de Policía de Suffolk (SCPD).
Reyes, de 57 años, presuntamente vendió las drogas a los usuarios a través de una «ventana para llevar» (Take-Out Window) ubicada en el garaje de su casa de West Babylon.
«Esta es una gran victoria para la comunidad de Babylon, que estuvo atenta al denunciar la presunta actividad criminal de este acusado a la policía y fue una parte integral de esta investigación», dijo el fiscal Sini.
«Gracias a este esfuerzo conjunto, su operación se cerró de manera efectiva y hemos eliminado a un importante proveedor de cocaína en el condado de Suffolk».
Reyes es acusado por el cargo de Operar como un Traficante Mayor (delito grave de clase A-1); Posesión criminal de una sustancia controlada en 1er. grado (delito mayor de clase A-1); Venta criminal de una sustancia controlada en 3er grado (delito mayor de clase B).
Asimismo, dos cargos de posesión criminal de una sustancia controlada en 3er grado (delito mayor de clase B); y tres cargos de Uso Criminal de Parafernalia de Drogas en 2do. Grado (delito menor de clase A).
Reyes fue procesado en acusación formal por el juez de la corte de Suffolk, Timothy Mazzei. La fianza se fijó en $ 150,000 en efectivo, $ 300,000 en bonos o $ 300,000 en fianza parcialmente garantizada. Debe regresar a la corte el 6 de octubre.
Si es declarado culpable del cargo más alto, Reyes enfrenta una sentencia máxima de 25 años a cadena perpetua.
Drogas y Casino en Casa
Según se detalla, una investigación de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Suffolk, el Grupo de Trabajo Antidrogas de Nueva York de la DEA («NYDETF») y el SCPD sobre la actividad criminal de Reyes comenzó a principios de este año en respuesta a numerosas quejas de miembros de la comunidad.
La vigilancia de la casa de Reyes, ubicada en Westchester Avenue, reveló que las personas conducían o caminaban hasta la vivienda a todas horas y con frecuencia se acercaban a una ventana adyacente al garaje, que Reyes presuntamente usaba como una «ventana para llevar» donde los compradores adquirían la cocaína a él o uno de sus asociados.
La investigación reveló que Reyes supuestamente compraba grandes cantidades de cocaína y luego usaría su residencia en West Babylon para procesar la droga, para luego revenderla mezclándola con un agente cortador para aumentar su volumen y empaquetarla para su distribución.
Los agentes de la Oficina del Fiscal, NYDETF de la DEA y SCPD ejecutaron una orden de registro en la casa de Reyes el 13 de agosto, que resultó en la recuperación de aproximadamente 1.3 kilogramos de cocaína, más de $ 16,000 en efectivo y diversa parafernalia consistente con el empaquetado y la venta de medicamentos, incluyendo balanzas, agente de corte, materiales de empaque, un contador de dinero y 6 teléfonos celulares.
La investigación reveló que Reyes supuestamente vendió la cocaína a $ 100 el gramo, lo que equivale a un valor aproximado en la calle de $ 130,000 por la droga incautada durante la orden de registro.
El alto precio en el que Reyes supuestamente vendió cocaína se debió en parte a la escasez de suministro causada por la pandemia de coronavirus.
«Este importante traficante de cocaína fue sacado de las calles gracias a los esfuerzos combinados de la comunidad y las fuerzas del orden», dijo la comisionada de policía del condado de Suffolk, Geraldine Hart.
La investigación también reveló que además del tráfico de cocaína, Reyes presuntamente corrió dados y juegos de cartas ilegales fuera de su residencia en West Babylon, convertida en un «casino».
La vigilancia reveló que estas reuniones a menudo incluían a más de 20 personas y ocurrieron durante la pandemia, lo que resultó en más informes a las fuerzas del orden sobre actividad ilegal en la casa.
“Queremos que el público sepa que estamos escuchando, que se tome en serio cada queja y que aprecie su asociación para ayudar al departamento a mantener seguras a las comunidades. Me gustaría reconocer el trabajo de nuestros detectives de la Sección de Narcóticos y nuestros socios en la aplicación de la ley que trabajaron codo a codo para poner a Encarnación Reyes tras las rejas”.
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