Con más de 50 millones de hispanohablantes en Estados Unidos, la comunidad hispana sigue siendo una de las más discriminadas en todo el país, sin embargo, organizaciones comunitarias trabajan arduamente por cambiar el futuro y aumentar las oportunidades laborales, educacionales y culturales.
Pese a esto, un fenómeno parece ir pudriendo la poca confianza en estas instituciones, y es que si bien estamos acostumbrados a ser usados como presa para pescar votos en época de elecciones, ahora también tenemos que lidiar con algunas “organizaciones hispanas” o “pro-inmigrantes”, que hacen uso de la situación actual para maniobrar y manipular los votos de la comunidad hispana.
Nuestra comunidad necesita información clara y veraz sobre los procesos electorales en Estados Unidos. La gran mayoría de inmigrantes provienen de países infestados con corrupción y pobreza, donde “darles un plato de comida” es la forma de comprar el voto, pero ¿por qué seguir con lo mismo aquí?
Los inmigrantes hispanos que hacen parte de organizaciones que “prometen defender sus derechos”, confían ciegamente en lo que sus líderes dicen, y siguen al pie de la letra sus indicaciones con el fin de lograr un avance para la comunidad hispana, por lo que usarlos para conveniencia política es continuar amansando ese estereotipo que los latinos cargamos donde quiera que vamos.
Cambiemos, leamos y analicemos a estas organizaciones antes de permitir que sigan impulsando su agenda a costa de la lucha de activistas que sí están sudando la camiseta para lograr un mejor futuro para todos.