La ciudad de Nueva York y el área de Long Island fueron testigos de un eclipse solar parcial, con su mejor momento aproximadamente a las 3:25 pm, cuando el 91% del sol estuvo cubierto por la luna.
Fue un evento histórico, emocionante y aleccionador para miles de personas (y más de un millón de espectadores si sumamos a quienes disfrutaron del fenómeno astronómico en todo el estado neoyorquino).
El eclipse solar que atravesó este lunes toda Norteamérica se convirtió en una atracción efímera a su paso por NY y LI: todas las miradas y las conversaciones se concentraron en el cielo durante unas horas.
La Gran Manzana acogió diversos eventos para ver el eclipse, por ejemplo desde las alturas del rascacielos Rockefeller o desde el cementerio de Greenwood Park, en Brooklyn, con el ‘skyline’ de Manhattan en el horizonte. A su vez, en Long Island los lugares ideales fueron los parques y museos locales donde hubo actividades para toda la familia.
Autoridades del estado de Nueva York estiman que un millón de turistas viajaron desde todo el país para ver el eclipse solar de Norteamérica, visible en su totalidad en algunos puntos del norte del estado.
Fiestas de visionado
Nueva York celebró su eclipse parcial con «fiestas de visionado» en lugares icónicos como el observatorio del Empire State o el Museo Intrepid, y la expectación por el fenómeno dio lugar a reuniones espontáneas en calles y edificios, desde Times Square hasta la sede central de la ONU.
A las 2:15 pm, cuando la luna empezó a tapar al sol, el Empire State encendió sus luces y al oeste de Manhattan, en el río Hudson, la cubierta del portaaviones que acoge el Museo Intrepid se llenó de cientos de personas pertrechadas con gafas especiales de usar y tirar.
«Es un evento muy ‘cool’, aunque los aztecas estarían aterrados: en una semana, hemos tenido un terremoto y un eclipse», bromeó un neoyorquino llamado Leo, que intentaba tomar fotos poniendo las gafas sobre la lente del celular, uno de los gestos más repetidos de la jornada.
«Hemos repartido 3.000 gafas aquí», dijo un trabajador, Kendry Vega, encargado de explicar la ciencia detrás del eclipse a los visitantes, y que subrayaba la importancia de usar esas gafas, con filtros cien veces más oscuros que los de unas gafas de sol normales, para proteger la vista.
Los neoyorquinos se relajaron tumbados en el suelo y en el césped de los muelles cercanos hasta ver llegar la «cuasi totalidad» del eclipse parcial -un 90 %-, acompañada de un manto de tenues nubes y de un coro de murmullos.
A las 15.25, hora punta del eclipse parcial, cuando el sol quedó reducido a una uña, una sombra se impuso sobre la ciudad, la sensación térmica pareció bajar unos grados y el silencio se adueñó de la «fiesta de visionado», con la gente obnubilada contemplando un paisaje irrepetible.
Pero el panorama fue diferente al sur de Manhattan, en Washington Square Park, donde la escasez de gafas puso de relieve el espíritu ‘hippie’ de la zona, pues muchos las compartieron con desconocidos y una vez alcanzado el clímax del eclipse, la multitud rompió en aplausos y gritos.
Mientras, en la sede de la ONU, al este de la ciudad, diplomáticos de varios países se encontraron en la azotea de la cafetería y, haciendo gala del espíritu solidario de la organización, se prestaron algunas gafas, aunque lo que se escucharon fueron expresiones de decepción por no ver la ocultación total del sol.
En El Bronx y en Queens se dio una situación común en toda la ciudad: los vecinos salieron frente a sus edificios, charlaron y dejaron las gafas a los más pequeños, fascinados con el asunto que no se repetirá hasta dentro de 20 años y que esta vez interrumpió las actividades extraescolares en las escuelas de la ciudad.
Espectáculo único
En tanto, en los condados Nassau y Suffolk de Long Island, miles de habitantes presenciaron deslumbrados un raro eclipse solar cuando la Luna pasó directamente entre la Tierra y el Sol. Los cielos se oscurecieron levemente y la temperatura bajó, cuando vieron un evento que, para muchos, será un espectáculo único en la vida.
La Luna bloqueó el 90% del sol, dejando solo una franja de luz alrededor del borde en forma de media luna justo antes de las 3:30 p.m. Se informa que Long Island no verá otro eclipse solar total hasta el año 2079.
La gente escogió el Parque Estatal Sunken Meadow para mirar en familia el eclipse equipados con gafas especiales. Otras personas optaron por verlo en fiestas de visionado y actividades llevadas a cabo en el Cradle of Aviation (Garden City), en Port Jefferson, en Farmingdale, en Kings Park o en los parques de Jones Beach frente a la playa.
A su vez, en algunas escuelas locales -como las del Distrito Escolar de Commack- el paso del eclipse solar sirvió para una divertida lección de ciencias para los estudiantes, incluyendo experimentos y juegos con temática especial.
De acuerdo a reportes, el eclipse, al menos parcial, pudieron verlo poco más de 650 millones de personas que viven en Estados Unidos, Canadá, México, pero solo 42,8 millones pudieron verlo en su totalidad.
Y la NASA retransmitió en directo el fenómeno desde su página web (con comentarios en idioma español) y también lanzó tres cohetes sonda para estudiar cómo se ve afectada la atmósfera superior de la Tierra, que posee carga eléctica.
(Con reporte de Noticia, EFE, NASA y agencias)