Una de las decisiones más importantes en la vida de un padre es a qué escuela enviar a su hijo. Para muchos, una «buena» educación es la clave del éxito a largo plazo, y para algunos, el billete de salida de un mal barrio o de un ciclo de violencia y pobreza.
Yareldys Mesa, de 32 años y madre de dos hijos en la sección Claremont del Bronx, quería enviar a su hijo a una escuela católica a la que una vez asistió su difunto hermano -la escuela Santo Tomás de Aquino en West Farms-, pero cerró definitivamente en 2020.
«Quieres lo mejor para tu hijo, quieres prepararlo para el éxito y llevarlo a una escuela que pueda sacarlo de aquí y alejarlo de estas calles», dijo Mesa.
Johnathan Díaz no creía que importara adónde enviaba a su hija, al elegir entre dos escuelas públicas de Castle Hill, siempre y cuando disfrutara del lugar al que iba.
Pero para los padres interesados en enviar a sus hijos a una escuela chárter – escuelas financiadas con fondos públicos y sin matrícula que han crecido en El Bronx en la última década- gran parte de esa decisión, creen, está fuera de su alcance.
Los responsables y defensores de las escuelas chárter llevan mucho tiempo denunciando la limitación estatal de las mismas, alegando una motivación política que interfiere en la decisión de los padres de enviar a sus hijos a una escuela chárter y en la capacidad de construir otras nuevas.
Cuando Success Academy se propuso construir una escuela chárter en el Distrito Escolar 11 del Bronx, la administración de Adams congeló esos planes cuando el canciller de escuelas David Banks dijo que la propuesta -junto con otras dos en Queens- crearía retos significativos para las nuevas escuelas y las escuelas existentes ubicadas en el mismo lugar.
Los padres del Distrito 11 como Nicole Lawrence dicen que las decisiones de poner un tope a las escuelas chárter no tienen en cuenta lo que el padre o el estudiante quiere o tiene la opción de solicitar.
«Como padre cabeza de familia que trabaja muchas horas, no puedo soportar un desplazamiento largo y las ubicaciones de las escuelas existentes estaban demasiado lejos. Me encantó enterarme de que Success tiene previsto abrir una nueva escuela el año que viene en Williamsbridge, cerca de mi barrio», dice Lawrence. «Presenté mi solicitud y fue entonces cuando empecé a informarme sobre la política de nuestras escuelas públicas.»
Actualmente, el número máximo de escuelas chárter en Nueva York es de 275, y su gran mayoría, 94, se encuentra en El Bronx. La propuesta de Hochul mantendría un tope estatal de 460 escuelas chárter, pero eliminaría los topes regionales que añadirían 85 plazas más para nuevas escuelas en cualquier lugar de Nueva York.
En 1998, la Ley de Escuelas Chárter permitió que el Estado autorizara 100 escuelas chárter, repartidas al 50% entre la Junta de Regentes del Estado de Nueva York, elegida por la Asamblea Legislativa, o la Universidad Estatal de Nueva York, controlada por la oficina del gobernador.
Los defensores de las escuelas chárter afirman al Bronx Times que el barrio es idóneo para un mayor crecimiento, citando la demanda existente. Antes de que la gobernadora anunciara su propuesta esta semana, más de 200 familias del Bronx se manifestaron en Albany el 31 de enero pidiendo a Hochul que levantara el límite.
«No voy a decir que si se levanta el tope (de las chárter) se atenderá a todos los niños. Para conseguir 275 escuelas chárter en la ciudad, han hecho falta 25 años de inversión», dijo James Merriman, director ejecutivo del Centro de Escuelas Chárter de Nueva York. «No vamos a salvar el sistema educativo por completo, pero ¿no estaría bien no tener un tope sobre cuántas buenas escuelas hay en tu distrito?».
Desde la pandemia, las escuelas públicas tradicionales de la ciudad, el mayor sistema del país, han experimentado una pérdida de alumnos año tras año y un déficit de financiación, mientras que las escuelas chárter de Nueva York han experimentado un aumento.
Las escuelas chárter han ganado 10.000 niños desde la pandemia, y la matriculación en escuelas chárter del Bronx aumentó un 5,5% el año pasado. Según la propuesta de Hochul, la financiación por alumno para las 343 escuelas chárter del estado aumentaría un 4,5%. Hochul ve la propuesta como una medida de «sentido común» que también permitiría el crecimiento de las escuelas chárter mediante la reapertura de las que hayan cerrado después de julio de 2015.
Una encuesta de Morning Consult realizada para Democrats for Education Reform, que está a favor de la elección escolar, reveló que el 64% de los padres tiene una opinión favorable de las escuelas chárter, mientras que sólo el 22% tiene una opinión desfavorable, y el resto está indeciso o no tiene opinión.
Sin embargo, la propuesta de la gobernadora no cuenta con un apoyo generalizado. El senador estatal y antiguo profesor Jabari Brisport, de Brooklyn, tuiteó que levantar el límite a las escuelas chárter, en vigor desde 2010, provocaría más déficits de financiación para las escuelas públicas de la ciudad, que ya cuentan con pocos recursos.
El senador por Queens, John Liu, dijo que la eliminación del límite a las escuelas chárter podría «alterar el equilibrio» entre ofrecer a los padres más opciones de escolarización para sus hijos y el mandato constitucional del Estado de mantener abiertas las escuelas públicas.
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