La Iglesia católica de Nueva York mostró su disposición a encontrar una solución para las víctimas de los abusos sexuales cometidos durante décadas por decenas de sacerdotes en Estados Unidos, incluída el área de Long Island.
«Sea quien sea quien controle el Senado, nosotros daremos la bienvenida a discusiones para resolver esta cuestión de manera que sea aceptable para los supervivientes, primero, pero también para los religiosos y las organizaciones sin ánimo de lucro que hubieran podido verse afectadas», aseguró el portavoz de la Conferencia Católica de Nueva York, Dennis Poust, quien subrayó que «hay un potencial para algún tipo de resolución, incluyendo (la inclusión) del carácter retroactivo».
Recientemente un sacerdote de Long Island se apartó de sus funciones después de que surgieron acusaciones en su contra de conducta sexual inapropiada.
El reverendo Richard Kammerer había estado sirviendo como pastor asociado de la Iglesia Católica Romana Corpus Christi en Mineola.
Es el tercer religioso en la diócesis que se ha apartado en los últimos dos meses. Cabe indicar que la oficina del Fiscal de Distrito del condado de Nassau comentó que había sido notificada por la diócesis y que está investigando las acusaciones por las «interacciones de Kammerer con los jóvenes».
En los últimos meses se han emprendido numerosas acciones legales a nivel estatal y federal en diversos estados del país, después de un escándalo de abusos sexuales contra alrededor de mil menores destapado en Pensilvania.
El pasado octubre, la archidiócesis de Washington publicó una lista con 31 nombres de antiguos sacerdotes que supuestamente cometieron abusos sexuales de menores desde 1948, de los que 28 estaban adscritos a esta institución.
En tanto, el portavoz Poust recalcó que todas la diócesis de Nueva York ya han lanzado programas para compensar a personas que han sufrido abusos y cuyo periodo de reclamación se había cumplido.
Agregó que la Iglesia católica neoyorquina «ha apoyado, desde hace tiempo, la eliminación del estatuto de limitaciones penales sobre el abuso sexual infantil», en referencia a que estos crímenes prescriben cuando la víctima supera cierta edad, que varía según los estados.
El pasado mayo, el estado de Nueva York aprobó la Ley para Niños Víctimas de Abuso Sexual, que determina que los delitos sexuales graves contra menores no prescriben hasta cinco años después de que la víctima haya cumplido los 23 años, extendiendo por cinco años, el periodo recogido en la anterior legislación.
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