Jornaleros indocumentados piden comida y apoyo para sobrevivir al Coronavirus

Jornaleros indocumentados piden comida y apoyo para sobrevivir al Coronavirus
Jornaleros indocumentados piden comida y apoyo para sobrevivir al Coronavirus. (Foto: Noticia)

 

Por: Silvana Díaz
silvana@noticiali.com

Danilo Tovar, inmigrante salvadoreño, nos revela la durísima situación que atraviesan los jornaleros indocumentados en Long Island debido a la pandemia del coronavirus. “¡Estamos a cero en trabajo!” dice Danilo quien es electricista pero nadie lo llama para darle empleo.

Tanto él como otros jornaleros hispanos que se ubican cerca del almacen Home Depot en Freeport, del condado de Nassau, ya se han gastado los pocos ahorros que guardaban y, actualmente muy agobiados por la crisis, piden apoyo a la comunidad y algo comida para poder sobrevivir al peligroso COVID-19.

¿Cómo está afectando el coronavirus en el trabajo de ustedes?

«El virus está afectando económicamente nuestros bolsillos, porque si antes había un 40 o 20 por ciento de trabajo ahora no tenemos nada, ni un 5 %. En realidad estamos a cero en trabajo, es lo que cae, y somos muchas personas esperando para trabajar aquí en Freeport.

Los más afectados son otros de mis compañeros que no tienen una profesión, porque yo soy electricista y a veces me llaman, pero ahora como está esto de la pandemia pues los clientes tienen miedo de trabajar dentro de casa o afuera, ya nadie llama, eso nos está afectando profundamente».

¿Y que están haciendo para sobrevivir en esta crisis?

«Pues ahorita estamos gastando lo que quizás tenemos, algunos ahorros, algo así, otras personas prestándose dinero y hay otros que se aguantan el hambre … De las iglesias vienen de vez en cuando con cositas para llevar como víveres».

 

 

Sin derecho a cocina

 

Danilo llegó a los Estados Unidos hace 15 años. En su país natal, El Salvador, trabajaba para el gobierno pero después a las empresas nacionales las privatizaron y fue perdiendo prestaciones en su empleo.

Así empujado por la crisis económica salvadoreña decidió enrumbar al norte buscando el “Sueño Americano”, un mejor futuro y una mejor vida que hoy pende de un hilo debido al riesgo mortal que implica tener que buscar trabajo diariamente en medio de la emergencia del COVID-19.

Además, Danilo nos cuenta que a veces los jornaleros reciben comida en lata o bolsas de productos pero esto tampoco no es lo mejor para ellos porque en los lugares donde viven no tienen cómo cocinar.

«Casi la mayoría de nosotros no tenemos derecho a la cocina donde vivimos, porque acá en los pueblos de Long Island te dicen que te van a rentar un cuarto pero sin derecho a cocinar, ‘pasas por la sala y no me miran la cocina’ nos dicen, entonces no tenemos como elaborar o calentar algo de lo que nos dan».

¿Han visto algún tipo de ayuda de parte de organizaciones locales?

«De vez en cuando hay personas que tal vez son cristianas, piensan en nosotros, y dicen vamos a ir a repartir comida a los muchachos de Home Depot».

¿Qué mensaje tienen para las autoridades o líderes comunitarios del área?

«De parte de todos (los jornaleros) que estamos acá nos gustaría que hubiera alguna ayuda para poder solventar las necesidades, que nos proporcionaran algo de comida, verdad, porque están diciendo que no va haber ayuda para las personas que no tenemos documentos, entonces del gobierno (de Trump) no vamos a esperar ninguna ayuda. La mayoría de los que somos indocumentados estamos afectados en ese aspecto».

 

 

Aguantando discriminaciones

 

Danilo se comunica seguido con su esposa y sus hijos que viven en El Salvador, a ellos les envía el dinero que gana como jornalero para que salgan adelante, tengan una casa y estudios.

Él afirma que se ha sacrificado todos estos años en Estados Unidos para que a su familia en territorio salvadoreño no les falte nada.

Muy orgulloso Danilo nos cuenta que tiene una hija que ha estudiado sicología y otro hijo que ha ingresado a estudiar ingeniería. Ellos son su mayor motivación en estos oscuros días del coronavirus, y por ellos indica que ha aguantado -y aguanta- todo tipo de discriminaciones que sufren los inmigrantes hispanos en este país.