Inmigrante, madre soltera y exitosa en todos los proyectos en los que se ha involucrado, la modelo brasileña Karmel Bortoleti tocó el cielo de la mano de las más grandes marcas del mundo —Chanel, Lamborghini, Ferragamo—. Luego, un matrimonio fracasado la hizo caer en profundidad hasta que consiguió levantarse de nuevo, ahora convertida en actriz, productora y directora de cine.
Al terminar su relación, Karmel Bortoleti salió a buscar trabajo como modelo, su profesión desde los 14 años. Y lo consiguió otra vez, de poquito a poquito.
Actualmente aparece en portadas de grandes revistas como “Glamour” o “Bazaar’s”, desfila por las pasarelas más importantes de la moda, como Nueva York o Miami, y se prepara otra vez para “empezar desde cero”, porque debutará como directora y productora de películas.
Karmel, que reside en Miami desde 2014, interpreta un papel en “The Abode”, una película de terror producida por ella, ahora en proceso de postproducción. Dirige y produce actualmente “Heartless”, un documental sobre Ucrania. Recientemente actuó en el largometraje de suspenso “Unfelt”, que también produjo y está en postproducción.
Todo lo anterior gracias a que en el punto más difícil de su vida, decidió levantarse, con cuatro consejos que recomienda a todo el mundo: no tener miedo a lo desconocido; en las situaciones difíciles siempre encontraremos fuerzas para avanzar (en su caso, fueron sus hijos); y no dejemos que los miedos se sobrepongan a las metas; siendo el más importante: empecemos desde cero cuantas veces necesitemos.
Karmel también dirige la organización sin fines de lucro Karmel Bortoleti Foundation, para apoyar a mujeres recién salidas de la cárcel.
Hola Karmel, gracias por conversar con nuestro medio…. cuéntanos ¿qué te motivo a ayudar a ex convictas después de que tú también estabas pasando por una situación difícil?
Hace mucho tiempo en Brasil yo tenía una empresa dentro del presidio, y eso se quedó como 8 o 9 años atrás, y cuando vine a vivir a Miami, yo sentí una necesidad muy fuerte de ayudar a las mujeres como hacía en Brasil.
Obviamente, aquí yo no podía abrir nada dentro del presidio, pero quería ayudarlas de alguna forma, por lo que cree una asociación que se llama Karmel Bortoleti Foundation para ayudar a las mujeres cuando salen del presidio.
¿Como funciona Karmel Bortoleti Foundation?
Lo que yo hago es que apoyo a fundaciones que las ayudan con servicios psicológicos, ayuda con cursos para iniciar su propio negocio para que sean independientes (porque es muy difícil que les den trabajo), así como lugares donde vivir.
Después de que salen del presidio, ellas son muy juzgadas y nadie quiere ayudarlas. Casi el 90% de las mujeres que están en presidio son proveedores de su familia. Cuando salen del presidio no hay trabajo, entonces es un ciclo y regresan al crimen, prostitución y drogas; y ellas regresan al presidio.
¿Por qué tu interés en ayudar a ex convictas?
Pienso que normalmente las mujeres son muy juzgadas y es muy difícil empezar de nuevo. Todas merecemos una segunda oportunidad.
Te identificas con los problemas de las ex presas?
Yo no salí de prisión, pero para mí levantarme, buscar mis sueños y empezar de nuevo fue difícil, porque también fui muy juzgada por mi físico (por ser considerada una madre soltera ‘sexy’), pero yo por ningún segundo me fui para abajo. Es increíble como las mujeres son las que juzgan más, cuando las mujeres juntas podemos crecer tanto.
¿Cuáles crees que son tus mejores consejos para salir adelante?
No tener miedo y hacer lo que tu corazón te dice, y por supuesto, empecemos desde cero cuantas veces necesitemos.
Hablando de empezar desde cero, te estas estrenando como productora, ¿Qué sientes?
Estoy muy feliz, es lo que quiero hacer en mi vida y que mis películas estén en todos los festivales. No voy a parar y tengo a muchas mujeres trabajando conmigo también.
¿Qué mensaje le enviás a todas esas mujeres que están empezando desde cero?
No tener miedo a lo desconocido. En las situaciones difíciles siempre encontramos fuerzas para avanzar, hay que tener mucha fe porque Dios está allí para ayudar –y si se tiene fe, todo es posible.
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