Los cambios sociales y políticos, y la amenaza de la deportación han afectado la salud mental no sólo de los inmigrantes latinos indocumentados sino también la de los nacionalizados en Estados Unidos, según un estudio publicado en «Proceedings of the National Academy of Sciences» («Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias»).
El estudio, que analizó datos sobre la salud mental de los latinos entre 2011 y 2018, encontró un incremento de la angustia psicológica entre los hispanos, documentados e indocumentados, y advirtió que ese impacto podría aumentar durante el ciclo electoral de 2024.
«La forma en la cual la gente habla de la inmigración y cuán relevante es en la vida cotidiana la inmigración y la deportación es, potencialmente, tan importante como los acontecimientos y cambios más significativos», indicó Amy Johnson, profesora de sociología en Lehigh University.
Entre estos acontecimientos Johnson mencionó la elección de Donald Trump como presidente en 2017, o el programa de deportación diferida conocido como DACA, que ha amparado de forma precaria a más de 800.000 inmigrantes indocumentados traídos al país cuando eran menores de edad.
Según los investigadores, cuando el gobierno del entonces presidente Barack Obama anunció en 2012 el programa DACA, la medida alivió las angustias también de los latinos que se han hecho ciudadanos estadounidenses.
Por contraste, la gestión presidencial de Trump causó síntomas de ansiedad y depresión entre los latinos que no son ciudadanos, indicaron los investigadores.
El estudio también estuvo dirigido por Christopher Levesque, de Kenyon College, Neil Lewis, profesor de comunicación en la Universidad Cornell, en Nueva York; y Asad Asad profesor de sociología en la Universidad Stanford, en California.
Los investigadores señalaron que, si bien hay impactos directos de los cambios en el gobierno federal y sus políticas de inmigración, no son sólo las elecciones presidenciales las que tienen consecuencias.
Más allá del nivel federal, los investigadores encontraron que el contexto cotidiano relacionado con la inmigración y las operaciones policiales también causan angustia psicológica.
Un ejemplo de este impacto es el de las solicitudes del servicio de control de Inmigración y Aduanas (ICE) para la transferencia de personas detenidas por la policía local.
Aunque los latinos nacidos en Estados Unidos no son susceptibles de deportación los acontecimientos relacionados con la inmigración también impactan sus salud mental, añadió el artículo.
«Mediante el uso de Google Trends, los investigadores muestran que los latinos nacidos en EE.UU. experimentaron períodos de más angustia que coinciden con un aumento de las ‘búsquedas’ en Google de materiales relacionados con la deportación y la inmigración», agregó el artículo.
Johnson afirmó que «el enfoque de la inmigración centrado en la deportación que el gobierno ha adoptado es psicológicamente dañino aún para ciudadanos estadounidenses».